APARICIÓN DEL HOMBRE
El Hombre. Sus orígenes y su relación con otros
Mamíferos Antropomorfos
PRIMERA PARTE. Aparición del HOMBRE
Foto tomada de La Razón. 8.8.2017
Hace veinte años no hubiera suscitado
cuestión alguna el título de esta página. Es posible que hoy haya alguien que
cuestione la claridad de su enunciado. La moderna presión del grupo de personas
que luchan por la imposición, y hasta la preminencia, de la relevancia social de la mujer,
impulsaría a ese alguien a añadir "y de la mujer".
Se trataría de una representante de
quienes defienden a ultranza el feminismo sin pararse en barras. Y no tienen
que ser necesariamente incultas. No. También se incluyen en ese grupo personas,
especialmente mujeres, que pretenden imponer la presencia de la mujer por todos
los medios, como revancha desaforada. al reconocido olvido que ha sufrido a lo
largo de la Historia.
Las manifestaciones en ese sentido vienen
aflorando, aumentando de manera exponencial, sobre todo después de la histórica
(e histriónica, diría yo) manifestación de aquella Ministra de Igualdad que en el primer decenio de este siglo no tuvo
reparo en señalar la existencia de
miembros y "miembras" el Congreso
de los Diputados
Tan insistente es, en mi apreciación, la
presión social de esa corriente que no me extrañaría verla recogida por la RAE,
en detrimento de la agilidad del discurso que aquella Institución pretende al
regular el uso de nuestro idioma.
Pero, por ahora, y desde mi punto de
vista el vocablo "hombre", genéricamente considerado, es suficiente
para trasladar correctamente la idea que me propongo.
Hecha la anterior observación, no entiendo
de menor interés la siguiente:
Mi nota no pretende tener carácter
doctrinal, ni didáctico; ni siquiera divulgativo.
Reconozco que no tengo formación que
avalara las dos primeras calificaciones.
Tampoco tengo el interés de que se
reconozcan como contrastadas, ni siempre acertadas, mis conclusiones. Como dejé
constancia en el primer artículo de este blog, mi única pretensión es contar lo
que sé, lo que pienso o lo que intuyo; contar algo, en suma, que me obligue a
esforzar el funcionamiento de mi cerebro con el fin de ralentizar la pérdida
de mi declinante memoria.
Pues bien, aclarados estos extremos, comienzo mi “parrafada”, en la que me
limito a exponer mi idea sobre el tema, después de haber tenido a la vista la
información de los libros que, archivados en mi biblioteca, reseñaré al final.
Los
orígenes del Hombre
Como amante de la naturaleza que soy, desde mis primeros años de estudiante me preocupó el estudio de la Biología. Aún no había llegado a su primera mitad el siglo XX, y todavía se consideraba acertada la idea de que en el Hombre había que distinguir cinco razas: blanca, negra, amarilla, cobriza y aceitunada, que se hacían coincidir con los cinco continentes en que se estimaba dividida La Tierra. Poco después se impuso, ya, la teoría de que los Humanos forman una especie única, a pesar de sus diferentes apariencias: No había que hablar de cinco razas, sino de una única especie humana.
Han ido pasando los años de mi vida y, a
estas alturas, todavía no estoy convencido de que todos los humanos sean
iguales, como predica la doctrina oficial, aunque todos tengamos los mismos
genes. Sí. Concedo que todos tengan un remoto origen común, pero evidentemente
son diferentes, tienen muy diversa apariencia: en estatura, en color de la
piel, en forma y tamaño de la cabeza, en configuración del rostro, en capacidad
atlética, ,.....
Y sin embargo, debo de estar equivocado.
Voy a sintetizar el recorrido de mis
conocimientos sobre el tema.
Situémonos, para comenzar esta exposición, en el mundo de hace unos 65
millones de años, (época que los eruditos conocen como los finales del
Cretácico Superior).
Es casi un antesdeayer desde el nacimiento del Planeta Tierra, si se tiene
en cuenta que éste, como satélite
orbitando alrededor del Sol, se formó hace unos cuatro mil quinientos millones
de años. Y, sin embargo, en la madurez de su ciclo vital, contando desde la
época -unos cuatrocientos millones de años- en que los científicos datan el
comienzo de vida orgánica en su superficie.
Es el momento de la caída en la Tierra del Gran Meteorito que
implosiona, al parecer, sobre el golfo de México, Desaparecen los Grandes
Dinosaurios que habían proliferado como señores de nuestro Planeta desde los
comienzos del Jurásico, durante más de 130 millones de años.
Con la extinción de los "Grandes animales del Terciario",
comienzan a desarrollarse unos, comparativamente, minúsculos animalitos que
allá en los albores del Jurásico, hace unos 200 millones de años, habían
aparecido sobre la faz de La Tierra, arrastrando una vida obscurecida por la
presencia de los Dinosaurios, cuya mayor envergadura les obligaría a una vida
nocturna y escondida.
Se hace a partir de entonces más notoria la existencia de la Comadreja elefante
y del Purgatorius, roedor arborícola,
hoy extinguido, del tamaño de una comadreja. Los paleontólogos y científicos
especializados advierten en este diminuto animal los rasgos que caracterizan a
los vertebrados:( “tetrápodos, serie de los amniotas, predecesores de los
mamíferos placentarios” y le sitúan en la escala de los Primates, precursores
de los humanos.
Por Primate se conoce a
ese orden de mamíferos placentarios con
extremidades pentadáctilas largas y el primer dedo oponible; ojos dirigidos hacia
delante y hemisferios cerebrales muy desarrollados. Incluyen personas, monos
antropomorfos y monos del viejo y del nuevo mundo´, Son animales muy
diferenciados cuyo tamaño va desde los 30 gr. del lémur y los 200 Kg. del
gorila.
Los primeros vestigios ciertos de la existencia de aquellos seres que
dieron origen al Hombre en sucesivas evoluciones posteriores datan del Eoceno
(primer tercio de la Edad Terciaria) y están representados por el Propliopitecus, una clase de Primate hoy
desaparecida.
Los hominoideos, (también llamados humanoides no tienen ), como tales, sin
embargo, entrada en el registro de animales vivientes hasta hace unos 20
millones de años (el Mioceno, mediada la Edad Terciaria).
.
Antes ( hace unos 4o millones de años), habían aparecido, como
paradigmáticos representantes de los Primates, los Monos, divididos
en dos grandes clases:
*los platirrinos (primates de pequeño tamaño, con agujeros de la nariz en
posición lateral y colas prensiles) que proliferaron en territorios de América,
habiendo desaparecido de Europa hace unos 2 millones de años
y *los catirrinos o monos del Viejo Mundo, monos más
corpulentos, y que, a diferencia de aquellos, tienen los orificios nasales
dirigidos hacia abajo, separados por un tabique y carecen de cola.
Por evolución de los catirrinos, surgen diferentes series de Primates, que
los científicos agrupan en dos tipos que ya empiezan a diferir notoriamente: De
un lado, los cercopitécidos y de otro, aquellos primates, los humanoides,
que constituyen los orígenes de nuestra especie .
Es comúnmente aceptado que fue hace unos
30 millones de años cuando se produjo en los humanoides una división
transcendental a nuestros efectos:
Por un lado, se separa la rama de los gibones
y por otro, se desarrolla con caracteres propios, la de los homínidos, antropoides o
antropomorfos (es decir, los que tienen forma de hombre)., a los que habría que
añadir el Homo, el hombre mismo.
Evolucionan, luego, los homínidos, dando lugar, por un lado, a los orangutanes,
y por otro, a los que se suelen llamar “homininos”, grandes monos o póngidos (gorila
y chimpancé , al que hay que unir el chimpancé pigmeo o bonobo).
El último grado de la evolución sería el
Homo, primera manifestación de los modernos humanos.
Adjunto acompaño una esquemática visión de lo comentado hasta ahora.
|
Filogenia del Homo
= Monos
.+- HUMANOIDES (Grandes monos)
> Gibones y
Ø
Homínidos
o
Orangutanes
o
Homininos
--Gorilas
--Hominini
*Pan
..Chimpancé
común
..Bonobo
*Homo
Y con ello daré fin a mi parrafada
de hoy. Continuaré otro día
Madrid, junio del 2018
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