Pinceladas. SOBRE LAS ESTRELLAS
Un Apunte sobre LAS ESTRELLAS
Reflexiones surgidas durante la visión de una noche estrellada
Contemplar
el cielo en noche de luna nueva es, en sí mismo, un
espectáculo
fascinante.
La
incontable cantidad de puntitos lejanos, de brillo diverso y caprichosa
colocación que tachonan la negrura de la noche trasladan la visión de un alfombrado prodigioso que anonada a quienes los contemplan.
No hace falta más, para sentir la infinitud del universo y la
innegable pequeñez del ser humano.
Esta primera e inmediata sensación se agiganta cuando se nos
informa sobre la situación real, magnitud y distancia que cada uno de esos
puntitos ofrecen.
Porque cada uno de ellos es, en el 99% de los casos, una estrella
y, a veces, una galaxia, un indistinguible conjunto de estrellas,
aparentemente muy juntas, que forman la ilusión de una estrella única .
No pretendo explicar qué es o cómo se forma una estrella. No
es el caso. Lo doy por sabido. Pero sí pretendo comentar el trasfondo que oculta
la aparente cercanía de las estrellas que brillan en el Firmamento.
Para eso, lo
primero que hay que tener en cuenta es qué es La Tierra y dónde está ubicada en
el Universo.
Y
recordamos que La Tierra es nada más -y nada menos- que un planeta perteneciente
al Sistema Solar: un conjunto de planetas que, rodeado por sus satélites,
"caminan" por el mundo " a la vez que van girando alrededor de
la estrella que da nombre al sistema, el Sol.
Pero,
a su vez el Sol y su sistema "caminan" es decir avanzan, se mueven,
dentro de una Galaxia, que, en este caso, es la Vía Láctea.
Una
Galaxia es una incontable cantidad de miles o, más exactamente, de millones de
estrellas, gases y polvo que, entre sí, forman un conjunto conexionado por la
fuerza de la gravedad.
Pero
con la galaxia no se acaba el mundo de las estrellas; no hay una sola
galaxia: hay montones de galaxias, grandes y pequeñas. La nuestra forma
parte de otro conjunto mayor de estrellas que constituyen "El Grupo
Local".
Nuestro
Grupo Local tiene una infinidad de galaxias....
Y aquí me paro.
Creo que ya es suficiente para formarse una
idea (si es que no te has vuelto loco) de lo que es El Universo, de su
inmensidad.
Voy
sin embargo a insistir un poco más para "completar el cuadro".
Todos
los cuerpos celestiales se mantienen unidos por la fuerza de la gravedad que
interacciona entre ellos manteniendo las distancias primigenias. Y esa fuerza
hace que la unión que conforma las Galaxias ofrezca exteriormente una figura
que las caracteriza.
Pues
bien, nuestra galaxia, La Vía Láctea, tiene una forma de espiral. Y una extensión con diámetro equivalente a más de 100.000 año-luz.
-Y -podrías decir- eso ¿es mucho o es poco? ¿Cuánto es un año-luz?
Es la distancia que recorrerla la luz en un año a razón de 300.000 km/s, .es decir más de (¿estás preparado?) 9.000.000.000.000 (nueve billones, con b) de km = UN año-luz. ¡Y el sol está a unos 27.000 años –luz del centro de la galaxia!..
Pero estamos en la Galaxia, estamos
"dentro" del brazo" de modo que, por delante y por detrás, por
arriba y por abajo, hay galaxia y estrellas que nos rodean.
Conviene no olvidar ese detalle cuando
se mira a las estrellas porque
la
situación de quien contempla el cielo no es la misma que la que ofrece quien contempla una foto. No.
-Cuando
miramos la foto, estamos fuera de lo que vemos: el paisaje contemplado queda allí, lejos.
- Cuando contemplamos las estrellas estamos "dentro" de ellas: hay estrellas a todo nuestro alrededor, aunque nos parezca que estamos fuera del conjunto.
[
Y, dada la posición de nuestro sistema Solar hay una zona, la más alejada del
centro de la Galaxia que, por estar más lejos, contiene más estrellas que
parecen más Unidas, como formando un amplio camino blanco, lechoso, que no es
otra cosa que la "vía láctea" o "camino de Santiago": De
modo que el Camino de Santiago, es el aspecto que ofrece, vista a distancia,
ese compacto conjunto de estrellas que
ocupan la parte más ancha, de aquellos
2/3 en que se situaba el Sol dentro de la Galaxia.
Pero no es necesario hacer referencia a mundos lejanos para apreciar la
grandiosidad del Universo. Basta con prestar atención al Sol o a los más conocidos
cuerpos celestiales.
Por ejemplo, el Sol. Tan "al alcance de la mano" para nosotros y sin
embargo, lo tenemos a 150 millones de km. ¿ lo hemos pensado bien ?
Y
la Estrella Polar, esa que nos ofrece la primera fijación cuando miramos el
cielo, está a 40 billones de km..
Mas, no solo desborda la referencia a las distancias interestelares, cuando
la medimos en años-luz.
Piensa, ya que estamos en la
Estrella Polar, en ese puntito brillante que forma en nuestra imaginación la
parte final del yugo del Carro u Osa Menor. Ese que vemos como un punto, es un
conglomerado de estrellas, un "sistema estelar triple" formado sobre
una gigante amarilla con un brillo 2.400 veces mayor que el del sol y 45 veces
mayor que nuestro astro-rey.
Y eso, temiendo en cuenta que el Sol, que parece ser tan enorme y luminoso es
un foco cegador 100 veces mayor que La Tierra, nos ayudará a tomar conciencia
de la enormidad de las distancias entre esos "puntitos celestiales"
que tan juntitos aparecen.
Porque -y ese es otro dato que quiero recordar- parecen
"juntitos y en el mismo plano" pero esa apreciación está muy
alejada de la realidad.
El firmamento, ese lienzo aparente en que parecen incrustadas las estrellas, no
es un plano bidimensional, es la parte exterior de una esfera; y los cuerpos
estelares están distribuidos dentro de ella, aunque, dada la inmensidad de su
parte externa, haya en esa superficie espacio para poder apreciar en ella todos
los cuerpos que forman su interior.
Tras esta consideración, no puede extrañarnos que dos puntitos que se vean
juntos en el Firmamento puedan estar a distancia muy diversa del centro,
o que las estrellas que forman una galaxia, por ejemplo, estén en planos
diferentes dentro de esa esfera, o, que aparezcan en el cielo separadas
por otras que desde profundidades distintas, "se cuelen" entre
ellas distorsionando el conjunto.
Es este fenómeno el que explica, también, que las estrellas que forman una
determinada constelación puedan no estar en el mismo plano celestial
aunque aparezcan al proyectarse sobre el firmamento con la imagen a través de
la cual las hemos reconocido
.
Si ahora, llegados a este punto y
recordando estos datos, volvemos la vista al cielo, no podremos dejar de
sentirnos empequeñecidos y abrumados por la inmensidad de ese Mundo cuya
grandeza, diversidad e inmensidad apenas parece un lienzo tendido sobre nuestra
cabeza.
Pero, no lo olvides: las estrellas que encuentras alzando la vista no solo
estás ahí, arriba; también están abajo, a tu derecha e izquierda, porque tu
estás dentro de ellas, una estrella más.
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Con la luna dejando atrás su plenitud y Morfeo insistiendo en que ya pasó la hora de las brujas, pongo fin a este apunte que, como pincelada, pretendo dejar en el blog
Guitiriz 14.8.2025
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