El Cuaderno de Nitsuga

Para los “Canasteros” En la Fiesta de Camelia Que celebramos ayer Estuvisteis muy presentes. Y vais a saber    porqué.           Que.. los hijos prepararon, Proyectando en la pared, Una película extensa En la que con rapidez Recogieron los elogios Que emitieron, a la vez Con abundancia y salero, Los amigos que quisieron Sus saludo recoger.           Y fueron “los Canasteros”, De mis amigos la prez, Quienes más se distinguieron, Como era en suponer.           El Chema, con su Nelita, Que llenos de sensatez Su cariño nos dejaron Y, sin “zozobra” esta vez, A su cariño agregaron, Su   dulzura y madurez           El Alberto, siendo ausente, Muy listo, se dejó ver Pero a través del piano Que Pepa tocó por él, Interpretando a dos manos Un “rondó” de no sé qué.           Y ¿qué decir del Paramio Y de aquel precioso sketch Que interpretó con María Con gracejo y lucidez?                 

    Abuelo, dice mi mamá que tu no cocinas porque eres machista. “Flipando” -como él hubiera dicho-   me dejó mi nieto:   Tiene14 años escasos, pero, siguiendo las enseñanzas de su madre, sabe hacer tartas de dulce y hasta preparar un cocido. Dejo al margen de esta nota cualquier referencia a las circunstancias ambientales que llevaran al niño a hacer aquella manifestación, aunque bien merecerían unas líneas sobre el caso. Pero era evidente que en su mente estaba la idea de que, si yo no sabía cocinar era porque consideraba ésa una actividad propia de mujeres y no, de varones.   La verdad es que a mi nieto le podría haber explicado que el hecho de que yo no sepa cocinar no implica que crea que la cocina no es cosa de hombres, sino que tal situación es consecuencia de la educación recibida durante una época   -tan distinta a la actual- en que hombre y mujer tenía roles distintos dentro del matrimonio, correspondiendo a la mujer las actividades propias del cuidado de l

SOLO ES ESO A todo ser creado le gusta, como a Dios, ser muy amado. ( Campoamor) No me engaño. Es verdad. Sé que soy viejo. Ya soy viejo, lo sé; que no lo olvido. Es espina fatal que está presente A lo largo de todo mi camino.     Pero aún puedo pensar; leo y escribo; y sentir, y querer intensamente más intensa, tal vez, que otro ser vivo, y tengo aún muy lúcida mi mente en un cuerpo quizás muy deprimido.   Y es que el cuerpo, sin cesar va entrando en años Mientras mi alma ¡vive Dios! va rezagada Y si aquél muestra tristes desengaños, ésta sigue juvenil e ilusionada.       Mas, no quiero engañar, no busco engaños Que mi alma abro siempre como un libro   y mi afán nunca oculto, ni mis años, a quien quiera saber de mi destino.    Y aquí está mi dolor. Ese es mi sino.   Y no quiero que vivas engañada: Gozo sintiendo amor; quiero que me amen. Pero yo, ¡ay dolor!, no tengo nada. Y no teniendo nada, nada pid

SAMARCANDA Premonición *A FORNUNDAMENTE ERRÓNEA* En la ruta de la seda   que va de China a Bagdad se encontraba Samarcanda, una preciosa ciudad   llena de fuentes, jardines, y mezquitas, que, además de sus patios, filigranas   y figuras sin igual, ofrecían los perfumes de los palacios del Kan que allá por el siglo XV se llamaba Tamerlán,   y guardaba en su serrallo   princesas de gran belleza y de hermosura sin par.    Pues, para ver Samarcanda   hemos llegado hasta acá y ¡qué linda es Samarcanda! ¡Para verla en la postal!. Que aquí, ya dentro de ella , viéndola en la realidad, da gran pena recorrerla y no poder encontrar la belleza tan soñada que esperábamos hallar. ---------------------------------------------   La realidad demostró el error de mi premonición. Madrid, mayo de 2018

MÁXIMAS MÍNIMAS de Agustín Calvo En la tauromaquia hay un objeto, generalmente inapreciable, que tiene la virtud de facilitar al Maestro la ejecución, de por sí difícil y arriesgada, de su arte. Es la muleta: La pieza que da firmeza al capote que el Espada maneja para consumar la suerte del toreo. No conozco la definición que la RAE da al término “muletilla” pero seguro que tiene que ver con aquel concepto. Yo entiendo por muletilla, entre otras acepciones que puedan haber, “el medio que permite o facilita la consecución de un fin”. Pues, bien esto aclarado, confieso que en el proceso educacional de mis hijos utilicé, como “muletillas”, algunas expresiones descriptivas sintetizadas, por mí creadas para facilitar el aprendizaje y retención de aquellos conceptos que yo entendía que debía inculcarles.   Y lo hice consciente de que una de las obligaciones fundamentales de los casados ( (**) ) es ocuparse de la educación de sus hijos, como complemento de la formación cultural

LA RUTA DE LA SEDA POR TIERRAS DE UZBEKISTÁN       Mi anterior artículo sobre la visita a Uzbekistán, recientemente realizada, me ha dejado la sensación de haber presentado algo vacío, o, al menos, inacabado. Porque, de cara al exterior, lo que se recuerda de ese País es preferentemente la majestuosidad y, a la vez, el primor de sus construcciones. Y sin embargo no ofrecí ninguna muestra de ellas.       Quiero hoy suplir esa falta, proporcionando una vista de alguna de las facetas que ofrece la vida de ese País, amable  en el comportamiento de sus gentes, de etnia turcomana,  con caracteres fisonómicos preferentemente mongoles y de costumbres sencillas, al decir de nuestro guía que decía llamarse Ayatollah, y que se sentía genuinamente uzbeco; y practicante, como la mayoría del país, del islamismo sunita, mucho más tolerante  -a su juicio-  que los chiitas iraníes con los que, por otro lado, tienen muchas cosas comunes, además de su historia antigua. La referencia a su