El Rincón de la poesía SOLO ES ESO

SOLO ES ESO

A todo ser creado

le gusta, como a Dios,

ser muy amado.

(Campoamor)

No me engaño. Es verdad. Sé que soy viejo.

Ya soy viejo, lo sé; que no lo olvido.

Es espina fatal que está presente

A lo largo de todo mi camino.

    Pero aún puedo pensar; leo y escribo;

y sentir, y querer intensamente

más intensa, tal vez, que otro ser vivo,

y tengo aún muy lúcida mi mente

en un cuerpo quizás muy deprimido.

  Y es que el cuerpo, sin cesar va entrando en años

Mientras mi alma ¡vive Dios! va rezagada

Y si aquél muestra tristes desengaños,

ésta sigue juvenil e ilusionada.

      Mas, no quiero engañar, no busco engaños

Que mi alma abro siempre como un libro

 y mi afán nunca oculto, ni mis años,

a quien quiera saber de mi destino.

   Y aquí está mi dolor. Ese es mi sino. 

Y no quiero que vivas engañada:

Gozo sintiendo amor; quiero que me amen.

Pero yo, ¡ay dolor!, no tengo nada.

Y no teniendo nada, nada pido.

   Me basta contemplar con embeleso

tu cara de marfil y tu nobleza, 

tu cuerpo escultural y tu belleza, 

tu alegre sonreír; y a más de eso,

  sentirte junto a mí, cuando a mi lado,

te deslizas gentil, y, con cuidado

escondes ese beso que imprudente

yo sueño que se escapa de tu labio

y que llega a mi cara dulcemente.

   Y a cambio de ese “nada” que te digo    

el mismo “casi nada” ofrecer puedo;           

que yo, como te he dicho, nada tengo

que pueda transmite un cuerpo viejo.

  Quizás solo el placer de verte amada,

con un cariño casto, grande y tierno,

con un amor de padre y camarada,

con un inmenso amor de pensamiento,

con un amor que acabe en la mirada,

aunque pueda firmarse con un beso.

         Ese es mi triste sino.

         Solo es eso

Madrid, MAYO 2018
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