El Rincón de la Poesía. FLORECILLAS

                                                                 Florecillas para el día

                                                        Fue a finales del pasado otoño. Atravesaba yo una época de relativa preocupación

                                                         No conseguía encontrar solución a mi progresiva pérdida de audición, a la que, con la imposibilidad de recordar hechos concretos de mi juventud, achacaba yo mis dificultades para mantener la conversación en las reuniones con los amigos. Se me aparecieron por entonces ciertos dolores en la cadera y las piernas que yo atribuía a síntomas de una artrosis.

                                                         Camelia, siempre atenta -y, desde luego, más que yo- a mi salud, me recomendó una clínica “multi uso” a la que me apunté. ¡Feliz decisión! La sección de “terapia cognitiva” fue la causante de la decisión de iniciar este blog, actividad con la que me siento cómodo.  La sección pomposamente designada como “terapia de capacitación física”, es decir “gimnasia para ancianos” hizo desaparecer mis molestias y, sin perder la conciencia de mi edad, despertó en mí una agradable vitalidad impropia de ese estado.

                                                         Esta faceta duró escasamente seis meses, pero, lo mismo que sucedió con la cognitiva, ha supuesto un revulsivo que, aunque sea temporalmente, me conserva con una excelente alegría de vivir. Fruto de este estado de ánimo son las siguientes

                                                         Florecillas

 


LUNES  

 ¡Ah! ¡Qué día feliz! 
¡La vida es bella!
Este día, por fin,
¡¡ la veré a ella ¡!.



  LUNES 

Hoy, lunes, por la mañana
–siempre pensando en Vanesa-
 echo de menos a Ana  
y a Enriqueta y a Teresa


Lunes

Ya estamos de nuevo en lunes. 
Ya se cerró la academia
   y ya se acabó el silencio. 
Ya puede gozar mi niña
   de su alegría y talento. 
Puede dejar sus apuntes. 
Puede volver a sus sueños. 
Y yo puedo ya cantarle 
coplas que recite luego 
mientras, haciendo deporte,
va corriendo con su perro.



Otro Lunes

Aunque era lunes, Vanesa
el sol no se presentó.
¿En dónde estabas, Vanesa?
¿Por qué escondiste mi sol?



Martes

Que el lunes no te veré, 
esta noche me confiesas. 
Y este miércoles, Vanesa
 tampoco verte podré.

    ¡Yo no sé si ya sabré 
resistir en esta empresa
a la que me acostumbré! 



MIÉRCOLES

Miércoles por la mañana.
Es un día de maravilla.
Se rompe en dos la semana
Y yo veré a la la chiquilla



Otro Miércoles

¡Ah! Que día feliz! 
¡La vida es bella!
Este día, por fin,
¡¡ la veré a ella ¡!.


VIERNES 

Hoy ya no podré admirarla.
No podré estar junto a ella.
Ni podré mirar sus ojos, 
ni sentir sus manos bellas 
corrigiendo mis defectos 
mientras respira muy cerca. 
Notar su cuerpo a mi lado
mientras yo respiro apenas.
No sentiré que la sangre, 
circulando por mis venas,
va acelerando su paso
 cuando ella se me acerca.

Hoy será un día muy frio 
aunque no anuncien tormenta.

Hoy será un día muy triste.
Hoy no la veré 
¡que pena!


SÁBADO  

¡Sábado por la mañana!.
   Amanece un día brillante, 
   un día para gozar.

Mas, no dejes de estudiar.
No vayas a ser de aquellas 
que dicen con voz triunfante
“En sabiendo que él me ama, 
ya con eso sé bastante”.


Buenas noches!

¡Que descanses!   ¡Buenas noches!
Dijiste antes de colgar.
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Pensé en pasar buena noche,
De acuerdo con tu deseo.
Pero, no me lo reproches,
¿Cómo pasar buena noche
si te busco y no te veo?
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