El Rincón de la Poesía SONIA Y FRAN
SONIA Y FRAN
Siempre
estarán juntos, en mi recuerdo.
Aunque me temo que en la realidad no lo estén ya. ¡Era tanta la diferencia que, en todos los sentidos, había entre los dos! Además de la distancia espacial: él, allá, en Texas; ella, aquí entre Holanda y España.
Aunque me temo que en la realidad no lo estén ya. ¡Era tanta la diferencia que, en todos los sentidos, había entre los dos! Además de la distancia espacial: él, allá, en Texas; ella, aquí entre Holanda y España.
Pero siempre
estarán los dos asociados al recuerdo de mi primer audífono. Luego he tenido más (todos regalos de mis hijos) que me facilitan, si están conectados, hablar por teléfono móvil, pero aquel fue el primero que me permitió la posibilidad de oír la tele.
Ya estaba yo
lidiando con los problemas de mi audición a finales de 2.005. Había intentado poner coto a mi pérdida
mediante la visita a un establecimiento especializado. Lo único que conseguir
fue aliviar mi cartera: 4.000 euros menos y mi audición igual.
Y entonces
me regalaron, ellos que, de una u otra forma trabajaban para Philips, me
regalaron un audífono que su empresa estaba probando para sacar al mercado.
¡!Qué magnífico regalo!
Luego he
tenido varios más: de Agustín, de Bea, de Feri. Ninguno ha sido tan
sencillamente eficaz para ver la tele, como aquél.
Su recuerdo bien merece que les dedique una página: Esta fantasía sobre sus momentos felices.
Ella es Sonia y él es Fran.
Y por cosas
del Destino
se han
cruzado sus caminos
donde
trabajando están.
Él, un muchacho garboso.
Ella, una
chica genial.
Él con afán
de aventura,
deseoso de
encontrar
una persona
segura
en quien
poder confiar.
Ella, con genio y figura
y con gran
capacidad
para
resolver problemas
que se
puedan presentar.
El azar los ha traído
a comer a un
restaurant.
(El
restaurante de Filo,
en la calle
de Abascal),
donde un
viejito sin pelo
los observa
con afán,
mientras
murmura en voz baja:
“Él, un galán para ella;
“ella, un bombón para él.
“¡Y qué pareja tan maja
“harían juntos ¡pardiez!.
Terminada la comida
se juntan
para brindar.
Levantan
juntos sus copas
mientras
dicen a la par:
¡Brindemos por el futuro!
¡Que siempre vivan en paz,
y que sean muy felices,
la pareja Sonia y Fran!.
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