MONUMENTOS ECUESTRES DE MADRID: Felipe IV
MONUMENTOS ECUESTRES
DE MADRID
Felipe IV
El Monumento
Ubicado en el centro de la Plaza de Oriente de Madrid,
cuya explanación se realizó en tiempos de Isabel II por inspiración de D.
Agustín Argüelles se encuentra el que, sin duda, es uno de los más bellos
monumentos ecuestres de la Capital española.
El conjunto está
formado por tres cuerpos superpuestos:
1.- Un pódium, en la parte baja construido en sillares de
granito que presenta en sus ángulos cuatro leones de bronce, acostados y
rugientes, que simbolizan la fuerza y vigor de la monarquía española
.En los frentes del pódium, cuatro
relieves en forma de mascarones
femeninos, representas las cuatro estaciones. De su boca fluyen unos chorros de
agua que, en los lados de oriente y poniente, caen en dos medias tazas superpuestas de forma venera,
y en el pilón a nivel del suelo. En los costados norte y sur el agua surte dos
medias navetas con decoración de hojas en su embocadura. Culmina el pódium, por
sus lados norte y sur las fasces y armas del Imperio español sobre almohadones
y, a ambos lados, figuras alegóricas de
los ríos de Madrid: el Jarama (frente al
palacio) y el Manzanares (en la parte que
da al Teatro Real)
2.-Sobre el pódium,
se alza un alto pedestal
cuadrangular decorado en los laterales por sendos bajorrelieves en piedra que
representan, el del lado norte, al monarca condecorando a Velázquez con la Cruz de
Santiago y, de otro, el del lado sur , una alegoría sobre la protección
que dispensó a las artes y las letras, representando la coronación del monarca por La Fama. En el grupo se distingue
al Rey, de rodillas, recibiendo la corona y, a su lado, Velázquez: sentado, el
Padre Mariana; y detrás Murillo y Martínez Montañés. Completan el pedestal,
sendas inscripciones; la de la parte del
Palacio, dice “REINANDO/
ISABEL SEGUNDA / DE BORBÓN / AÑO DE 1844”. La
que da al Teatro dice “PARA GLORIA
DE LAS ARTES / Y ORNATO DE LA CAPITAL / ERIGIO / ISABEL SEGUNDA / ESTE
MONUMENTO
3.-Sobre el pedestal se alza la escultura del Rey
La Escultura
.
La escultura nos muestra al rey vestido con
media armadura adornada con banda roja, y mirada al frente con poder y
majestad, llevando en su mano derecha la
bengala de general, sobre caballo en
posición de alzada.
Su ejecución se debió a la
expresa petición del Conde-Duque de Olivares, quien para atender el deseo del
rey, deseoso de tener una representación como la tenía su padre, se dirigió en
1634 al Gran Duque de Toscana Fernando II de Médicis (a la sazón vasallo
de nuestro monarca). Éste encomendó la
obra al escultor florentino PedroTacca eminente escultor florentino, quien en
1639, ya tenía fundida la figura del caballo pero en postura “de passeggio” que
no convenció a la Corte madrileña que deseaba que el caballo estuviera en disposición
“de corveta”, por lo que el artista tuvo que retomar la obra tras no pocos
problemas económicos y especialmente técnicos. El problema de equilibrio que
suponía la postura alzada del caballo y jinete (con un peso de 18.000 libras)
se solucionó gracias al talento del físico italiano Galileo Galilei, mediante
la ingeniosa fórmula de macizar las
patas posteriores y cola del caballo reduciendo los gruesos restantes del
bronce en que esta fundida la estatua
para conseguir la grácil figura del conjunto. El caballo consta de tres grandes
piezas (cabeza y cuello +pecho + lomo y cuartos traseros) en las que se
integran las demás partes. La cincha sirve para ocultar las marcas de unión de
las dos piezas que forman el cuerpo; en ella dejó el autor a modo de firma una
inscripción, no visible fácilmente, en
la que figura su nombre, año y lugar de realización: “PETRUS TACCA-F.FLORENTIAE / ANNO
SAL.-MDCXXXX
Para la figura del rey, el escultor se inspiró
–según se cree normalmente- en el retrato del personaje pintado por Velázquez hacia 1635. Sin embargo
algún tratadista coetáneo afirma que el modelo fue la copia del retrato
realizado al efecto por Rubens que a la sazón estaba en Madrid. No falta
tampoco quien recoge la noticia del que
el escultor sevillano Juan Martínez Montañés realizó en 1636 a petición del monarca un retrato “esculpido
en barro” para remitirlo al Gran Duque de Florencia.
Tras
su terminación la obra fue expuesta en Florencia y en el año 1640 salían del
puerto de Livorno las cajas que contenían
la estatua con destino a Alicante y Cartagena donde desembarcaron. Más de un
año transcurrió hasta que se consiguiera que el cargamento llegase a la Corte madrileña por falta de acuerdo en el
pago de los gastos del traslado. Por
fin, el 29 de octubre de 1642, se colocó la estatua sobre un pedestal de mármol
en la fachada del antiguo Palacio del Buen Retiro. Poco después, hacia 1653 se
colocó en el Jardín de la reina, enfrente del Palacio. Tras la muerte del
monarca, durante el reinado de Carlos II, el conjunto escultórico realizó un
pequeño viaje que le llevó a coronar el
frontón de la fachada principal del Alcázar de Madrid .Poco duró en su
emplazamiento. Durante el gobierno de Juan José de Austria, estimándose
peligrosa la ubicación de la estatua, se decidió bajarla lo que, casi a escondidas, se realizó
el 24 de mayo de 1667, dando lugar ese traslado a las coplillas del Pueblo, críticas con el
comportamiento del príncipe, como aquella
“¿A
que vino el Sr. D. Juan?
A
bajar el caballo y a subir el pan”
Finalmente,
con motivo de la celebración de la mayoría de
edad de Isabel II, y coincidiendo con la reforma de la Plaza de Oriente, se
decidió trasladar el conjunto y colocarlo en el centro de la plaza, donde “el
Caballo” fue instalado sobre un gran pedestal mucho mayor que el que tuvo en el
Buen Retiro, en el que se colocaron las alegorías, relieves e inscripciones que
actualmente lo adornan.
El Personaje.
Nació el
penúltimo de los Austrias españoles en Valladolid en el año 1621. Antes de cumplir los 16 años,
huérfano de padre y madre, heredó el trono de España. Para entonces ya llevaba
cinco años casado con Isabel de Borbón, hija del asesinado Enrique IV de
Francia y de su esposa María de Médicis (en tanto que su hermana mayor Ana se
había casado con el nuevo rey de Francia
Luis XIII). Solo tuvieron un hijo varón, el príncipe Baltasar Carlos que murió
en plena juventud. Una de las hijas del matrimonio, María Teresa, fue el origen
de los borbones españoles, al casarse con Luis XIV de Francia, abuelo de
nuestro Felipe V, primer rey español de la Casa de Borbón.
Al morir su primera esposa, el
monarca se casó con su la que había sido
la prometida de su hijo Baltasar Carlos, Mariana de Austria que, a la sazón,
tenía 14 años, es decir 30 años menos que el rey. Era, además, sobrina de éste por
ser hija de María de Austria y del emperador de Alemania Fernando III. Solo sobrevivió su último hijo, el que había
de ser Carlos II que llegó al mundo cuando su padre tenía ya 55 años.
En el terreno personal, fue una
persona culta pero petulante, consentido y de gran sensualidad. Fruto de uno de
los apasionados amores del monarca con
la bailarina María Calderón (“la calderona”) nació el único hijo
extramatrimonial reconocido por el rey, el príncipe Juan José de Austria, que
durante algún tiempo, durante el reinado de su hermano Carlos II, asumió el
gobierno del Reino en nombre de éste.
Como gobernante, delegó inicialmente
las funciones en D. Gaspar de Guzmán, Conde- Duque de Olivares, hombre emprendedor
y voluntarioso, muy preparado culturalmente, aunque megalómano, que tuvo la
desgracia de vivir en la época del poderoso Richelieu, ante el que no pudo oponer eficaz resistencia
en política exterior, perdiendo el favor real a partir de la sonada derrota de
los Tercios españoles en Rocroi.(1643).
Tras la caída en desgracia del Conde-Duque, el monarca se involucró más
directamente en la gobernabilidad del Reino, aun cuando también contó con el apoyo de D. Luis de Haro y de Sor
María de Agreda.
Durante su reinado se produjo la pérdida definitiva de la hegemonía española.
En efecto, se llevó a cabo la
independencia de los Países Bajos, tras la Paz de Westfalia (1648); se
perdieron los territorios del Rosellón, Cerdeña, Artois y otras plazas, como
consecuencia de la Paz de los Pirineos (1659) y se consumó la separación de Portugal, tras la derrota de
Villaviciosa.(1665). Pocas semanas
después de este suceso moría el rey (17 de septiembre de 1665), abrumado, tal
vez, por un insuperable sentimiento de
culpa.
Podría resumirse su vida afirmando que procuró ocuparse de los asuntos públicos y se
preocupó de la integración de los reinos peninsulares que los Reyes Católicos
habían reunido mediante la creación de un núcleo de atracción de toda la cultura
y grandeza del reino, que habría de ser el Palacio del Buen Retiro, sustituto
aventajado del destartalado Alcázar madrileño.. Protegió la Literatura, el
Teatro y las Artes, en general, beneficiándose de esa tendencia autores como
Velázquez, Murillo, El Greco, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Gracián, etc.
El artista
Pedro
Tacca, en cuanto a la estatua.
Nacido en Carrara (Toscana),
con quince años entró en el taller de Giambologna (1592), el más importante
escultor florentino de la época, del que se convertiría en el primer ayudante.
A la muerte del maestro en 1608,
Tacca heredó también el puesto de escultor de los Médicis, grandes duques de Toscana y terminó las obras
que éste había dejado inconclusas, entre ellas la estatua ecuestre de Felipe III de
la Plaza Mayor de Madrid.
Se aprovechó de la moda entre los aficionados
de reducciones a tamaño de una mesa de las mejores esculturas en bronce
Sus
figuras más famosas son los cuatro esclavos de bronce de la base del monumento
a Fernando i de Médicis en Livorno
Para
París, por encargo de María de Médicis acabó la estatua ecuestre que había
iniciado Giambologna de Enrique IV (inaugurada el 23 de agosto de 1613
Su
última, y más importante obra fue la escultura de Felipe IV
Por
lo que respecta a las figuras del Monumento los escultores son
Francisco Elías(que intervino en la talla de
los capiteles de las columnas del Congreso de los Diputados)
y José Tomás, natural de Córdoba donde nació
alrededor de 1795. (Se formó en la Academia de San Fernando de la que luego fue
Director de escultura. Murió, demente, en 1848). A él se debe la talla de la
alegoría de un río en figura de anciano, en el pedestal del Monumento a Felipe
IV. Su mejor obra es sin duda la “Fuente de los Galápagos” en el Retiro de
Madrid
Bibliografía.
---Ayuntamiento de Madrid.- Área Delegada de la Vivienda.-
Monumentos Municipales. Sección de conservación de Monumentos
---EL CABALLO DE BRONCE.- La estatua ecuestre de Felipe
IV.- Editado por la Real Academia de Bella s Artes de San Fernando. Madrid,
1997
---ESTATUAS ECUESTRES DE MADRID.- De Antonio de Soroa
Pineda. Pg 13 y sg
Editada por el Instituto de Estudios Madrileños del
Ayuntamiento de Madrid
---DE MADRID AL CIELO
---Personajes ilustres de la Historia de Madrid
De Luis Agromayor. Editorial Tutor. Año 2002
---MEMORIA MONUMENTAL DE MADRID..- Pág. 223 y sgtes
De
Miguel Álvarez.- Ediciones La Librería. Año 2003
---MADRID MONUMENTAL.- PG. 57-60
Ayuntamiento de Madrid. Concejalía
Vivienda.-2.003
--ARS HISPANIAE.- De Juan Antonio Gaya Nuño.-
B.N.E. Sala Goya 7.46. o91 p.81
Fotos
Agustín Calvo
Esta información es, en lo esencial, trasunto de la página 173 y siguientes del Libro ESCULTURAS ECUESTRES DE PERSONAJES ILUSTRES EN ESPAÑA,
depositado en la Biblioteca Nacional de Madrid, donde se puede examinar (Sala
Goya. Signatura BA 24262).
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