El Rincón de la Poesía. ¡AY! ¡QUIÉN FUERA VOLUNTARIO

¡Ay!  ¡Quién fuera voluntario

del Museo de Madrid!!

¡Ay! Quién fuera voluntario,  

para poder describir

todos esos animales

            que se contemplan allí.

   Ver las águilas y el toro

 y muy cerca, el jabalí,

la cabra montés y el corzo;

 y luego, antes de salir

 de “sierra del Guadarrama”,

ir buscando la perdiz,

que se ocultó entre las ramas

 y no la vimos partir.

.              .*.

 Luego, entrar en esa sala

donde el cóndor, desde arriba

 observa de forma rara.

      Repara en la comadreja

y en la cigüeña tranquila,

sin quitar ojo al halcón

 que, escondido en el rincón,

 está acechando a su pieza

 para darse un atracón

         Y observa que la avutarda

va buscando su comida

con pata y zancada larga

para llenar su barriga.

      Y nota que el búho hermoso
parecido a la lechuza, 
está junto a la gamuza

y muy cerca de aquel oso

que su majestad emérita

nos regaló muy gozoso

aunque en época pretérita.

     Y ¿Qué decir de los zorros,  

del lobo o del urogallo?, 

                  .  .  .

     Mas, después de ver el lince

 y de ver la comadreja,

relajados y contentos,

no salimos de la pieza.  

                  .*.

         Y vemos fauna del mar,

 esas aves de la costa

que vuelan sin descansar

 con un garbo “pistonudo”

que no se puede igualar.

Y apreciarás lo que importa;

Que abajo, está el alcatraz

Con gesto serio y ceñudo.

Y, entre las rocas, verás

 el frailecillo menudo.

Y allí el lado, el cormorán: 

el “sin moño” y el moñudo.

                        .*.

        Y visitar los mariscos: 

Viendo cómo la langosta 

no es igual que el bogavante; 

y es éste, en arroz cocido,

un placer estimulante.

La nécora, el langostino, 

y en especial el centollo;

 mejor dicho, la centolla

(que los catadores finos 
se han exprimido la olla, 
descubriendo, con buen tino, 
que son como los humanos 
en esa dulce contienda 
de pugnar con el vecino;
y, por eso, recomiendan:)

"mejor que un macho, una hembra"
             
                     .*.

       Las gorgonias, los corales .

Y allí detrás, la medusa 

y la tortuga delante.

       Y, una vez visto el pez luna,

 ver el calamar gigante

                .*.   .*.

Visitar el Gabinete

 del gran rey Carlos III

 que a todos puso en un brete

por gobernar con esmero,

 con acierto y con bondad.

               .*.

      Y luego, a paso ligero,

Que no da tiempo “pa” más,

Un recorrido somero

por  Biodiversidad:

    El elefante primero,

    luego todo lo demás

             .*.

      No olvidarme de aquel Ala,

“do” los fósiles se guardan

y recorrer esa sala 

donde están las esmeraldas.

      Y seguir con emoción

los ejemplares que han sido

antes de la evolución.

           .*.

    Y poder gozar, por fin,

del placer extraordinario

Que es el ser un voluntario

Del Museo e Madrid.

Agustín Calvo

Madrid, 27 de noviembre de 2018