Pinceladas.-ETIOPÍA al completo

IDEAS GENERALES sobre Etiopía y sus gentes

Un País sin mar, pero con la fuente principal del Gran Río africano.

Es Etiopía un gran País, que humildemente soporta la grandiosidad oscurecedora de su vecino (que no, limítrofe) Egipto.   La antigüedad de su geografía y de su historia, junto con la pobreza de sus gentes y la fuerte implantación de su peculiar cristianismo merecen un conocimiento más profundo y enriquecedor del que normalmente goza (aunque, mejor diría, padece) entre la clase culta de la que solemos conocer como “cultura europea”.

Hace bastantes años que llamó mi atención. Fue cuando empecé a preparar el material para afrontar la, aún inacabada, tarea de comentar los “Avatares del Cristianismo”. A través de “los coptos” es como tomé contacto con este País, hasta entonces prácticamente desconocido para mí, salvo por las referencias históricas de mi primera juventud a Haile Selassie, “emperador de Etiopia” antes y después del dominio de los italianos, durante la segunda guerra mundial, y a la proeza del corredor Abebe Bikila, ganador, descalzo, de la prueba de maratón en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960.

Los elogiosos comentarios recientes de unas turistas con las que coincidimos en la visita a Armenia volvieron a renovar mi curiosidad, compartida y avivada por Camelia, que nos llevaron a aceptar entusiasmados la oferta para conocer Etiopía. Luego, la lectura de  ”Rumbo a Etiopía”, de Denberu Mekonennen Siyoum, ha terminado de incentivar mi deseo de hacer este viaje, cuyos encantos trataré de resumir  con los límites que impone un viaje colectivo; organizado, en este caso, por la Asociación de Veteranos de Iberia, representada competentemente por “Teresa”, con la inestimable colaboración de “David”, amable y eficaz guía del Grupo.

 Debo asimismo dejar constancia de que la preparación final de esta nota no hubiera sido posible sin la colaboración de Camelia, mi esposa, que pacientemente ha ido recogiendo durante el viaje las informaciones de los guías que, por mis especiales circunstancias auditivas, yo no pude entender.

Para comprender mejor la importancia o el valor de algo nuevo es esencial ponerlo en relación con algo ya conocido. Por eso creo que es aconsejable hacer una referencia previa a algo con lo que poder comparar aquellas costumbres o situaciones que se nos ofrecen como nuevas. Con esta intención comenzaré por situar geográficamente el País y dedicar, luego, unos párrafos a resaltar aquellos aspectos que comportan similitudes  -pocas- o diferencias con las costumbres o situaciones de España

I Localización de Etiopía
Está situado el País en la zona tórrida del Planeta, en el África nororiental, conocida como "el cuerno de África", cerca del Mar Rojo que, en sus orígenes, fue el elemento que le permitió conformarse como una gran potencia, que incluso sobrevivió a la expansión árabe, constituyendo el único baluarte cristiano al sur del imperio musulmán.

- ( Bahir Dar  -  Gondar  -  Lalibela  -  Axum - Addis Abeba )

El país es interesante, ya, por su propio enclavamiento geológico. Ocupa la parte más septentrional de la Gran Falla del Rift, dentro de África. Esta falla tectónica atraviesa el País de SO. a NE., de modo tal que en un impredecible futuro quedará dividido geográficamente a la altura de la actual capital, Addis Abeba.

Repasando esta faceta, creo interesante recordar aquí que, en nuestro planeta, - interiormente formado por la coexistencia de varias placas continentales cuya situación, aproximación o alejamiento conforman nuestra geografía-, el aspecto exterior es cambiante, aunque no sea fácilmente perceptible, ya que los cambios suelen producirse en movimientos que dejan sentir sus efectos después de millones de años. Pues bien, uno de esos previsibles cambios lo anuncia la Gran Falla del Rift, que no es otra cosa que la externa manifestación de la separación entre las placas africana y somalí, que, hoy unidas, conforman la parte nororiental de África y tiene su continuidad por el valle del mar rojo, entre África y Asia. Esta falla tectónica atraviesa el País de SO. A NE., de modo tal que en un impredecible futuro quedará dividido geográficamente a la altura de la actual capital Addis Abeba.

El relieve del País está esencialmente representado por un gran macizo central de cadenas montañosas que están cortadas por la referida falla del Rift.

Un apretado conjunto de lo que -se adivina- son ingentes crestas montañosas que forman un extenso y abigarrado nudo de colosales macizos que se elevan por encima de los 4.000 metros y constituyen el corazón geológico del país que lleva a orgullo ostentar el título de “techo de África”. Sus exteriores contornos se van desmadejando en cordilleras que se entrecruzan sin orden ni concierto; y, tras la creación  

                  .                              de sierras imponentes y escarpadas cumbres, descienden dando lugar a valles, (amplios algunos, apretados los más) hasta llegar a la hondonada que conforma el lago Tana, donde se embalsan las aguas que discurren desde las alturas, las cuales se escapan en dirección al mar Mediterráneo, al norte, tras un amago de bajar hacia el sur. Es el Nilo Azul, que unos kilómetros más adelante sale de Etiopía para encontrarse en Jartum, capital del Sudán, con el otro río: el Nilo Blanco, de menos caudal pero mayor longitud dando así lugar a la formación del histórico río Nilo que, a través de Egipto, desagua en el Mediterráneo .

 A partir de la cota del lago Tana, situado a unos 2.000 metros, el relieve sigue descendiendo hacia el sureste, hasta la llanura que aprovecha el río Omo, el cual discurre ya por los terrenos que va abriendo la Gran Fosa del Rift, que no es otra cosa que la externa manifestación de la separación entre las placas africana y somalí, que, hoy unidas, conforman la parte nororiental de África y tiene su continuidad por el valle del Mar Rojo, entre África y Asia, manifestándose, incluso, en el curso del río Jordán, hasta Siria. 

Al otro lado de la Fosa, el macizo central ofrece su pico más alto que supera los 4.200 metros de altitud y cae rápidamente hacia el SE, formando la extensa llanura que ocupa el desierto de Ogaden.

Aaaantiguas fuentes etíopes afirman que el gentilicio “Etiope” deriva de  "'Ityopp'is" (quien fue hijo del bíblico Cush, hermano de Nemrod, sobrino de Mizraím, Fut y Canaán, y bisnieto de Noé), fundador legendario de la ciudad de Axum. (Wikipedia

)Culturalmente tiene la importancia de haber sido la región donde se encontró el primer representante de la raza humana.  Fue en la región del Awash, en la última mitad del siglo pasado (año 1974), donde el arqueólogo Donald Johanson descubrió al primer homínido conocido:  “Lucy”, de trascendental importancia para el conocimiento de la evolución humana. Coincidió en el tiempo (hago referencia a este detalle para los “musicólogos”) con la época en que los míticos Beatles daban a conocer su canción “Lucy”, hecho que motivó el bautizo de la recién encontrada representante de los “australopitecus”, predecesores de los humanos de hoy.

II

Anotado y el enclavamiento  de Etíopía, voy a tratar de concretar algunas de las características del país y de sus habitantes en relación con España

* En superficie y población tiene aproximadamente el doble de las de España, pero, a diferencia de nuestro territorio, no tiene costa marítima, pues, aunque el reino de Axum, que fue el germen de la actual nación, comenzaba en las costas del mar rojo (incluso en la orilla opuesta de dicho mar, en el actual Yemen) sin embargo, después de la independencia de Djibuti (año 1977) y luego de Eritrea, a finales del siglo pasado (año 1993), perdió toda la franja costera.

         *  Se alza Etiopía en las proximidades del ecuador, mientras España está en la zona templada del planeta, por lo que debería de sentirse más calor en el país que visitamos que en el nuestro. Sin embargo, esa diferencia que parecería normal, no lo es tanto por el hecho de que Etiopía se eleva, en su parte centro-norte en una plataforma que supera los 4.000 metros sobre el nivel del mar, mientras que la cota media en nuestra península está alrededor de los 800 metros, con alturas máximas que apenas superan los 3.400 metros en los Pirineos.

*La lengua común de los etíopes es el “amariña” o “amárico”, lenguaje propio de una de las etnias que forman la nación; es una lengua semítica, que tiene su origen en el fenicio antiguo. Sin embargo, sin regulación especial al respecto, en cada lugar se habla y respeta el idioma propio de la etnia que lo habita.    Lo mismo debería suceder en España, si no fuera que en un par de regiones subsisten entre sus habitantes (animados e incentivados por sus respectivas élites sociales) pretensiones de usar su propio idioma como medio de lograr el reconocimiento de una cultura propia.

*También, como en España, se permite la libertad de culto, incluso con más expresa manifestación que en nuestro país, y es normal la coexistencia de prácticas religiosas muy diferentes derivadas de religiones de todo tipo, entre las que sobresalen cristianos coptos, (ortodoxos de la rama etíope), y mahometanos suníes, casi al 50%, con judíos que traen sus costumbres desde antes del cristianismo. La convivencia es normalmente pacífica (aunque hechos recientes invitan a ponerlo en duda), lo que es más llamativo tratándose de gentes de etnias tan distintas como camitas, centroafricanos y semitas del suroeste asiático, con participación de indoeuropeos a partir de mediados del pasado siglo.

*Como sucedía en España, en cuyas iglesias, hasta el Concilio Vaticano II a mediados del pasado siglo, se utilizaba el latín, en lugar de las lenguas vernáculas, también la Iglesia etíope mantiene un idioma propio y distinto del utilizado por el Pueblo: es el ”ge’ez”, idioma de raíz semita, propia del antiguo reino de Axum, que, sustituyendo al griego empleado hasta entonces, se comenzó a utilizar en la liturgia religiosa cristiana en el siglo V, a raíz de la separación del Patriarcado de Alejandría, del cristianismo ortodoxo.

*A diferencia de España, Etiopía fue desde la antigüedad un Reino,(bien que con diversas alternativas)  regido por un llamado Emperador, (cuyo título hacen arrancar los etíopes desde el siglo I a.de C, con Menelik I, hijo de la reina de Saba y del rey judío Salomón), pero en la actualidad es un República bicameral formada por la federación de Estados Independientes (las que se llaman provincias) a los que se reconoce constitucionalmente la facultad de separarse de los demás. Situación, como se ve, bastante diferente a la que se vive en nuestro País.

*También en relación con lo español, su bandera tiene tres franjas horizontales, pero de igual tamaño, y de color verde, amarillo y rojo, con una estrella amarilla de 5 puntas, que sustituyó, en 1996, al “león coronado” (león de Judá), que hasta la destitución de Haile Selassie, (su último emperador) figuraba en la bandera como símbolo del vínculo existente entre el país y la iglesia ortodoxa etíope.

*Es profundo el sentimiento religioso del etíope, ya sea cristiano, musulmán o animista. La religión es la base de su moral y tiene gran influencia en la conducta del pueblo y la invocación a Dios está siempre presente, incluso en las solicitudes de ayuda de los pedigüeños.

*Pero, antes de adentrarnos en otras facetas, creo interesante, reparar que Etiopía es un País multicultural, formado por multitud de Grupos Étnicos. Hay en el territorio más de ochenta grupos étnicos, de los cuales voy a referirme a los más importantes, trasladando así, de forma sintetizada, la información recogida en mis lecturas previas al viaje.

=GRUPOS ÉTNICOS.

**Los Oromo. Pueblo cushita, el más numeroso de África Oriental, con un 40% de la población etíope. Conviene recordar que los “cushita” son un pueblo descendiente de Cam, el segundo de los hijos de Noé, que tiene su origen en la región situada entre Sudán y Etiopía, donde tuvo su asentamiento el mítico país de los nubios, “El País de Kush”, en el siglo XVIII a. C., época de las antiguas civilizaciones clásicas. Mayoritariamente son musulmanes, pero con gran parte de las demás tendencias religiosas. En su origen ganaderos, hoy ocupan poblaciones sedentarias. Inicialmente ocuparon la zona sur del país, aunque luego, a partir del S. XVI d. C.  se han ido desplazando, ocupando también todos los ámbitos del territorio. Muy próximos a este grupo están los Affar, que ocupan la parte sur del país.

**Los Amara. Semitas, de religión cristiana ortodoxa. (De acuerdo con la interpretación general, semitas se llaman a los descendientes del Sem, el primero de los hijos de Noé, perteneciendo a esta familia tanto los judíos como los árabes).

 Constituyen el corazón de la Etiopía imperial. Agricultores. Los creadores de la primera frontera exterior y, por tanto, transformadores de la Abisinia antigua en la Etiopía actual. Forman el 32% de la población. Su idioma, el “amariña” o “amárico”, ha sido, con su religión, el dominante en el curso de su historia. En la actualidad es el idioma oficial de la nación.

**Los Harai, que ocupan la ciudad amurallada de Harar, también son semitas de Etiopía (y, por tanto, relacionados con el hebreo y el árabe).

**Los Tigrés. Semitas y cristianos ortodoxos. Representan un 6% y ocupan la zona norte. Estrechamente relacionados con los Amara, junto a los cuales, hacia el año 1.500 a. C. formaron el poderoso Imperio de Axum. La mayoría son agricultores y su lengua es el “tigriña”, que, como el amariña es semítica y desciende del antiguo semita que en la actualidad utiliza la iglesia cristiana ortodoxa etíope

=RELIGIÓN.

Si variados son los orígenes de los pueblos que conforman Etiopía, sus creencias religiosas no le van a la zaga. Trataré de sintetizar las más importantes, deteniéndome especialmente en quienes comparten nuestra religión:

*El cristianismo

 (Iglesia ortodoxa etíope) es practicado por el 50% de la población. Principalmente: amaras y tigrés. Radican principalmente en la zona central y norteña del país, que es precisamente la que nosotros nos proponemos visitar.

         El cristianismo llegó al territorio  procedente de Tiro, en la antigua Fenicia, y a través de dos monjes cristianos   Frumencio y Edesio, pasando a depender de la Iglesia copta de Alejandría, la cual, siendo Patriarca San Atanasio, designó como primer Obispo de Etiopía a Frumencio, en el 341, quien siguió en principio los ritos del cristianismo generalmente aceptado a la sazón, salvo la aceptación de la doble naturaleza de Cristo. Como manifestación expresa de tal separación queda la sustitución, en la liturgia, del griego por el semítico actual. Continuó así hasta el 1952 en que el obispo nacional de la ya independiente Iglesia Etíope elige a su propio patriarca.

         La Iglesia ortodoxa etíope es única y distinta de las demás Iglesia ortodoxas y, aunque heredó sus normas del Patriarcado de Alejandría, no es copta. (porque, como se encargan de recordar los etíopes, “copto” es un gentilicio que hace referencia al aspecto “tostado” con que griegos y romanos de la antigüedad se referían a los egipcios).

La religión etíope es el resultado de la unión del legado copto con numerosos elementos procedentes del judaísmo y de creencias precristianas. Es esta circunstancia la que hace perseverar a los cristianos ortodoxos etíopes en la idea de que  ”su” Cristianismo es el auténtico, el que resultó de las predicaciones de Jesús, por cuanto que Él mismo vivió directamente la influencia del judaísmo, cuya religión inicialmente practicaba, y conoció de primera mano las creencias de los pueblos paganos que convivieron con los judíos de su época.

Los coptos fueron aquellos primeros cristianos que vivieron en Egipto y en los alrededores del Mar Rojo y que, se separaron del grueso  de los cristianos en el siglo V, por su disconformidad con las tesis aprobadas en el Concilio de Calcedonia, según recojo en la nota adicional de este apartado. Luego, con la expansión de los musulmanes, a partir del siglo VII, por el norte de África y la parte centro-occidental de Asia, quedaron totalmente aislados de los demás cristianos.

Consecuente con este pensamiento, el cristianismo ortodoxo etíope mantiene entre sus Libros Sagrados, además de la Biblia y textos admitidos por el Catolicismo, aquellos libros que, para los católicos romanos, son rechazables por apócrifos, como los de Enoc, Los Jubileos, la Ascensión de Elías, el Apocalipsis de Esdras, etc. 

Como influencia también de las prácticas judías, mantiene el rito de la circuncisión, o la observación de Shabat, o costumbres como las del ayuno todos los miércoles y viernes del año, por citar algunas de las diferencias. 

Más importancia tiene, a mi juicio, la representación de la “Santísima Trinidad”: Padre, Hijo y Espíritu Santo, que los católicos presentan con las figuras de un venerable anciano, junto a la efigie típica de Jesús, (un joven y guapo mozo con vestido talar de le época), y entre ellos una paloma con las alas extendidas en vuelo. Para los ortodoxos etíopes se representa por medio de tres figuras iguales con la efigie de Dios Padre, según puede verse en las pinturas y lienzos de las iglesias, de las que acompañamos, como muestra, una foto de las muchas similares que adornan sus techos y paredes.

De transcendental importancia es el hecho de que, para estos cristianos ortodoxos, la fiesta más importante de su religión es la “Epifanía” (el “Timkat” = conmemoración del bautismo de Jesús por Juan el Bautista), que se celebra con gran esplendor a lo largo de tres días en el mes de enero (en fecha coincidente con nuestros Reyes Magos), dos semanas después de la celebración de la Navidad

  .   La celebración comienza con una procesión que encabeza el máximo jerarca de la Iglesia llevando en alto el “Arca de la Alianza”, (el “Tabot”) envuelta en telas suntuosas, sedas y damascos de mil colores, de manera que, sin que se pueda ver el contenido del envoltorio, éste pueda ser contemplado por todos los asistentes, que concurren en multitud. En los primeros días del mes etíope (según el calendario juliano por el que se rigen) se reproducen en Addis Abeba tales celebraciones con, igualmente, extraordinaria concurrencia de los fieles, que lucen para el evento sus mejores galas, normalmente en gasas y telas de un blanco pulcrísimo.

Nota adicional

Por si pudiera ser interesante para conocer la génesis y evolución del cristianismo etíope, acudo a  mis antiguos apuntes sobre los Concilios Ecuménicos de la Iglesia Católica, según los cuales, en los convulsos tiempos de formación del “credo cristiano”, formado con aportación de ideas nuevas y modificación de otras anteriores, tuvo lugar el Concilio de Nicea, año 325, donde se reconocen, con igual rango, hasta cinco Patriarcados de la Iglesia Católica: (Roma, Alejandría, Constantinopla, Antioquía y Jerusalén).

Siguiendo con esas discusiones de conformación del cristianismo, en el 431, otro concilio, el de Éfeso, declara que Cristo es una persona en la que concurren la , naturaleza divina y la humana, (es Dios y hombre a la vez), contra Nestorio, que defendía que Cristo era solo un hombre que había sido poseído por Dios). El defensor de la tesis aprobada en el Concilio fue Cirilo, Patriarca de Alejandría. Pero enseguida los opositores de Cirilo manifestaron su desacuerdo con su postura, sintetizada en la expresión de que “en Cristo la naturaleza humana había sido absorbida por la divina”. Tras la muerte de Cirilo, el archimandrita de Alejandría, Eutiques, manteniendo la posición de aquél, sostiene que Cristo es Dios mismo (en cuanto que su naturaleza humana habría sido absorbida por la divina), una afirmación que se llamó “monofisismo” y que fue aceptada por el emperador Teodosio II.

A la muerte del emperador, su sucesora, Pulqueria, convocó un nuevo Concilio, que se celebró el 451 en Calcedonia (Asia Menor) en el que, además de rechazar el monofisismo de Eutiques, ratificando que “Cristo es hombre, pero también es Dios”, se da especial preferencia al Patriarcado de Constantinopla sobre el de Alejandría. Disconforme con esa declaración se alza el Patriarca de Alejandría, que a la sazón era Timoteo Eluro, quien decide separar a su patriarcado de la obediencia a la Iglesia tradicional.

Comienza así la Iglesia ortodoxa copta, con sede en Alejandría. Dependiendo de ese patriarcado la Iglesia Ortodoxa Etíope ha seguido hasta el año 1953 en que el Papa de Alejandría, Cirilo VI, confirmó a Abuna Basilios como primer patriarca de Etiopía.

*El islam

 lo practica un 45% de la población, encontrándose la mayor parte de sus fieles entre los Oromo, Afar, etc.,. Pertenecen a la rama sunita, que considera que puede ser Califa cualquier persona elegida por los creyentes; al contrario que defienden los chiitas, para quienes solo pueden ostentar el título de Califa aquellos que desciendan de Mahoma.  

 Por curiosidad, dejo aquí constancia de que la fe de los musulmanes se sustenta en los cinco pilares del Islam: 1.-No hay más Dios que Alá y Mahoma es su Profeta. 2-el Ramadán, o Ayuno en el noveno mes del año. 3-La oración, cinco veces al día. 4.-La limosna a los pobres. 5.-Peregrinación a la Meca

           El islam, la doctrina que Alá reveló a Mahoma en el monte Hira, cerca de Medina, en Arabia, llegó a la costa oriental africana en el año 610 a través de comerciantes árabes, persas y omaníes. Las primeras conversiones de etíopes se remontan a la época del profeta Mahoma: fue Bilal ibn Rabah, compañero del Profeta, el primer muecín. Sus restos mortales yacen en Damasco.

El primer asentamiento islámico estuvo en Negash, donde el rey de Axum permitió la acogida de los refugiados musulmanes que, en tiempos de Mahoma, se vieron obligados a huir de La Meca por la persecución de los mecanos contrarios al Profeta. Sin embargo, la ciudad santa para los musulmanes etíopes desde la edad Media es Harar, situada al oriente de Addis Abeba en las proximidades de la frontera con Somalia.

*El judaísmo

lo practican algunas poblaciones indígenas desde tiempo inmemorial. Son los “falashas”, que mantienen sus antiguas peculiaridades religiosas

*El resto, son animistas.

Conforman un 4% de la población y radican en la parte sur, en el valle inferior del río Omo.

=RÉGIMEN DE GOBIERNO

La existencia de tantos y tan diferenciados grupos étnicos y religiosos ha sido sabiamente recogida por la reciente Constitución, que rige la vida de los etíopes, los cuales tienen desde 1994 una Constitución que proclama la existencia de una República Federal integrada por nueve estados que representan aproximadamente a las etnias más importantes del País (Amaras, Oromos, Tigrés, Somalíes y Afars). Hay también dos ciudades con un estatuto especial: Addis Abeba y Dire Dawa.

 Poseen un Parlamento con un sistema bicameral y la Jefatura del Estado la ostenta el Presidente de la República, elegido cada seis años, ofreciendo la extraña y sorprendente circunstancia de que dicho cargo lo ostenta actualmente una mujer.

Por retomar la comparación con lo español, la legislación etíope, prevé, (sí, como la española), la unión legal de las diferentes regiones del País y la existencia de unas peculiares autonomías, pero con un par de importantísimas diferencias: 

1, que se trata de una federación de estados independientes, obligados por esa legislación común; y 

2, queda recogida expresamente la posibilidad de que cada uno de ellos se separe libremente. 

 (“¡Casi ná!”, que diría un observador político de nuestra España)

=SOCIEDAD

(Quiero precisar que únicamente haré referencia a la sociedad cristiana, que es la que esencialmente reside en la parte de Etiopía que hemos recorrido. En la parte sur y suroriental paree que predomina la cultura musulmana, sobre la que no he tomado ninguna referencia)

A pesar de la coexistencia de tantos grupos religiosos con sus propias prácticas culturales, existen una serie de importantes vínculos comunes que le dan personalidad a ese pueblo, conformando la existencia de los rasgos nacionales peculiares.

-La religión, en cualquiera de sus manifestaciones, es la base de la moral, y su influencia es notoria en el comportamiento de sus gentes.

-La familia es la base de la sociedad y, dentro de las variantes propias de cada credo religioso, suelen ofrecer la visión de un grupo humano presidido por el padre, en el que viven los hijos hasta su emancipación.

-La mujer ha conseguido ya, a pesar de su situación histórica, cierto grado de independencia, con determinados derechos que tienden a igualarla al hombre. Está reconocido el divorcio, aunque socialmente no se ve muy bien, salvo cuando se trata de casos repudiables ética y religiosamente.

-Es evidente la distinta consideración que presenta el varón y la mujer. Ésta está, desde la infancia, preparada para atender las faenas domésticas. Se ocupa en exclusiva de las atenciones que necesita el desarrollo familiar: procura fuera, y prepara para la casa, los alimentos, cuidando de obtenerlos y transportarlos; especialmente el agua, que llevan al hogar en grandes cubos asidos por las manos, mientras soportan, con aparente facilidad, en la cabeza, fardos de todo tipo y tamaño. Los varones se ocupan de las faenas del campo.

-Los niños desde temprana edad, cuidan el ganado, valiéndose siempre de una vara con la que conducen grupitos de escuálidas cabras, que no suelen superar la media docena y pastan desperdigadas buscando un inimaginable alimento en lo que pudieron ser resto de cosecha de la estación anterior, o un hato de ganado vacuno formado por reses similares a las nuestras pero con una giba  en la parte del cuerpo que señala el comienzo del cuello, sobre las patas delanteras (tipo “cebú” asiático) y siempre increíblemente flacas y con la cabeza gacha tratando de encontrar un invisible rastro de hierba seca.

-Los viejos, caminan lentos, ayudados en su deambular por las típicas varas o cayados que a veces llevan cruzadas sobre los hombros; siempre con una vaga mirada en sus ojos casi escondidos entre las arrugas que le pusieron sus años.

- Las muchachas y, en ocasiones, los niños mayores son los encargados de llevar el agua a sus domicilios y de realizar el transporte de los bultos domésticos. Suelen llevar éstos sobre la cabeza, mientras en las manos extendidas a lo largo del cuerpo o a horcajadas sobre las caderas llevan bidones o “cacharros” varios con agua. 

Los muchachitos suelen transportar los bultos colocándolos sobre los hombros donde llevan atravesados los tradicionales bastones o cayados, que utilizarán de mayores para ayudarse en sus desplazamientos o para conducir el ganado.

-Se ven muchos jóvenes con edades que yo calculo no superiores a los 18 años, que distendidamente caminan en grupos de tres o cuatro, (pocas veces de dos) ofreciendo un semblante alegre y desenfadado. 

En grupos similares, las muchachitas, cubiertas con sus velos de color blanco sucio bajo los queda oculto un peinado; sin embargo, en aquellas que no llevan velo, aparece el pelo recogido generalmente en un moño alto, o cuidadosamente preparado con numerosas trencillas increíblemente ajustadas sobre su cabeza; siendo frecuente verlas con el pelo cuidadosamente estirado desde su base hasta la parte alta de la cabeza para acabar allí recogido en un penacho del que los cabellos se escapan como en un ramo de flores.  

Mucha juventud: Según nuestro guía, el 80% de la población actual no rebasa los 18  años y está en las calles. La escolarización es escasa; y mayor en los niños que en las niñas por razones de división de los trabajos entre uno y otro sexo.

-Me llamó mucho la atención la abundancia de burritos de carga, pequeños ejemplares que parecen reproducciones del “Platero” de nuestro Juan Ramón Jiménez, y que apenas llegan al metro de alzada; suelen ir en solitario o en hileras de dos o tres, pero siempre cargados con grandes bultos que dan la sensación de que los van a aplastar, y seguidos normalmente por los, casi siempre, mozalbetes provistos de una vara para su conducción  

.=TURISMO

Pero, ya está bien por hoy.

Me ha salido un artículo más largo de lo previsto.

Dejaré para otro día la relación de los lugares visitados en este           viaje de turismo. Será "Etiopía. Una visita singular" 

 

                                                                

.                                                       (foto tomada en el Museo Nacional)