Pinceladas.-HACIA LA TIERRA PROMETIDA
LOS PRIMEROS JUDÍOS. HACIA LA TIERRA PROMETIDA
Desarrollo personal
A la luz de los relatos de las Sagradas Escrituras
Ese Pueblo conocido como “los Judíos”, y que, a
veces de manera no siempre acertada, es conocido por “los Israelitas”, tiene
sus antepasados en “los hebreos”
Según la Biblia y las tradiciones
hebraicas los hebreos eran semitas
arameos, habitantes de la Mesopotamia. Eran nómadas, vivían en tiendas, poseían manadas de
cabras y ovejas, utilizando asnos, mulas y camellos como animales de carga y
porteadores.
"Hebreos" eran antes de la conquista de
la tierra de Canaán y se les llamará "israelitas" a partir de
la época de Jacob (al adoptar éste el nombre de Israel). Tras la muerte de
Salomón se reserva ese calificativo a los miembros de “las diez Tribus del
Norte”, mientras que comienza a utilizarse el patronímico “judío” para
aplicarlo a los miembros de “las dos Tribus del Sur”, las de Judá y Benjamín.
Tras la diáspora, y luego del reconocimiento de la ONU en 1948, se volvieron a
unir en un País al que denominaron Israel.
Mi intención es la de recoger de forma sencilla los
antecedentes de este pueblo, y para ello la forma más simple es la de acudir a
los antecedentes de la Torá y el Talmud, fuentes de la religión y la política
de los judíos.
Se decían
descendientes de Noé, a través de su hijo, Sem, del cual se hacía descender
Teraj, padre de los hermanos Aram, Najor (casado con Melca) y Abram, casado con
su medio hermana Saraí,
Según se dice en el
Génesis (Libro sagrado para judíos, cristianos y musulmanes). en la ciudad de Ur de Caldea, (situada junto al curso final del río
Éufrates, en el Irak actual, a pocos kilómetros de la actual Nasiriya)
nació Abram, que vivía allí con su familia, bajo la dependencia de su padre, el
arameo Teraj, acaudalado comerciante y propietario de ganado.
Contra la más generalizada idea de que Abram
naciera en Ur de Caldea, hay autores que defienden que el lugar de nacimiento
debió ser algún pueblo con nombre semejante enclavado en la Turquía actual,
cerca del lugar que ocupó la ciudad de Harán, primer destino del éxodo de Teraj
y su familia. Tales tratadistas basan esencialmente esta suposición en la
considerable distancia (del orden de los mil quinientos kilómetros), que media
entre Ur de Caldea y Harán. Es difícil concebir que se cubriera esa enorme
distancia por un contingente de emigrantes que estaban condicionados en sus
desplazamientos a marchar cada día de pozo en pozo para poder abrevar al
ganado. Por esta razón defienden que el punto de partida de Abram debió ser
otra “Ur”, posiblemente el lugar con ese nombre ubicado a unos 200 Km. al NE de
Harrán, en las proximidades del río Tigris. También podría tratarse de la
actual ciudad de Urfa, situada a escasos 100 Km. al NE del Harrán bíblico.
De dar como
cierta la cita bíblica, la familia semita de Abram debía pertenecer al selecto
grupo de la aristocracia sumeria, con poder y capacidad de influencia en los
asuntos de estado. Sus antepasados habitarían
en la ciudad de Ur en la época en que Babilonia era gobernada por Hammurabi, el
gran legislador. Cuando éste murió (1750
a. de C) comenzó la decadencia de la ciudad que fue finalmente ocupada por los
casitas.
En un tiempo situado entre la muerte del gran
legislador Hammurabi y la invasión de la antigua Babilonia por los casitas,
allá por el siglo XVII a. C., perdió Ur la hegemonía que había alcanzado
durante la vida de aquel legendario monarca y comenzó su decadencia acrecentada
por las catástrofes climatológicas que asolaron la región.
No hay acuerdo en los tratadistas sobre la época en
que tuvieron lugar los hechos referidos en la Biblia. Sí, en cambio, hay
reconocimiento unánime de la importancia histórica de los personajes que
protagonizan los primeros tiempos del judaísmo, aun cuando no se admita
normalmente la “secuenciación” o motivación de su actividad.
Mi nota
será, pues, solo un comentario, a mi modo, de los hechos recogidos en los
Libros Sagrados. Sin más pretensiones que la de guardar un recuerdo sintetizado
de mis lecturas sobre el tema.
*
Debió ser alrededor del siglo XVI a. C., o comienzos
del siguiente siglo, cuando se inició la marcha de aquel grupo de hebreos,
siguiendo al Patriarca Teraj y conducidos por su hijo Abram
De acuerdo con el Génesis, en aquellos tiempos,
después de la muerte de Aram (hijo de Teraj y padre de Lot), Teraj al frente de
su grupo tribal constituido por su hijo Abram, por Lot, sobrino de éste, su
esposa (y medio hermana), Saraí, y el resto de su familia y servidores comenzaron
su viaje hacia el norte siguiendo el curso del río Éufrates en dirección a
Harrán. -También viajaba con ellos Agar, esclava del
matrimonio.
Llevaban con ellos sus hatos de camellos, burros,
cabras y demás animales que constituían su cabaña.
En el camino se establecieron por un tiempo en un
lugar entonces afamado, llamado "Harrán"(cuyas ruinas están ubicadas en
la actual Turquía, cerca de la frontera con
Siria , a unos mil quinientos kilómetros de Ur ).
Harrán era conocida
en aquellos tiempos por ser cruce de caminos transitado por las caravanas de
mercaderes que se reunían en torno a uno de los santuarios que estaban dedicados al culto del dios-Luna Sin, venerado por los semitas de Mesopotamia.
El mundo del que procedían aquellos
hebreos era politeísta, fetichista e idólatra. Ellos, por el contrario,
adoraban exclusivamente a un Dios. Reconocían
a un solo Dios: JHV, (vocalizado como Yahvé o Jehová), Ser Superior, y Único
objeto de adoración por sus fieles, hasta tal punto que ni siquiera osaban
citar su nombre al invocarle
ABRAHAM
En Herrán
permaneció la familia durante un tiempo, hasta la muerte de Teraj. Tras la
muerte de su padre–siempre siguiendo las enseñanzas de la Biblia que,
evidentemente, no tiene como finalidad datar cronológicamente los hechos de que
se ocupa ni fijar con precisión moderna la referencia en el tiempo – Abram salió
de Harrán con su familia y rebaños hacia Canaán, siguiendo las indicaciones de Yahvé
que le prometió “hacer
de ti un gran pueblo” (Gen. 12-1-3) “por ti serán bendecidas todas las naciones
de la tierra”
Tras varias etapas de cuyos
detalles nada se sabe, los emigrantes llegaron a Siquén (en las cercanías de la actual Nablus, perteneciente a la Autoridad
Nacional Palestina), lugar donde es posible que estuviesen algún tiempo
habida cuenta de la existencia de abundantes manantiales de agua, que permitían
feraces campos para la alimentación del ganado. Durante
ese tiempo edificó un altar para dar gracias a Yahvé
Luego,
Abraham estableció su residencia en Betel (actual
ciudad palestina de Beitin), lugar que posteriormente hizo famoso Jacob. En
Betel volvió a levantar un nuevo altar en agradecimiento a su Dios.
Según el itinerario del Génesis, el patriarca
continuó descendiendo hacia el desierto del Néguev, llegando hasta Beerseba,. Una
hambruna acontecida en la región contribuyó a empobrecer los asentamientos
humanos, por lo que Abraham decidió continuar su desplazamiento, esta vez hacia
el rico país egipcio.
Desde el Néguev, pues, Abraham y su séquito se
trasladan a Egipto donde el Faraón se encapricha de Sarah, quien oculta ante
éste su relación conyugal con su esposo Abraham para evitar el castigo de aquel.
Descubierta la superchería, los israelitas son
obligados a salir de Egipto. El faraón decide desterrar a Abraham y su familia (Gen 12. 18-20) Luego remonta el Néguev y llega de nuevo a Betel
donde había edificado antes de salir un altar a Dios
Y el Grupo
vive en Canaán incrementando sus rebaños; hasta que, surgidas
diferencias entre los pastores de Lot y los de Abram (gen. 13. 6), éste deja elegir a su sobrino, quien ocupa los
terrenos del este del Jordán mientras el Patriarca se trasladó hasta el Hebrón, plantando las tiendas en al
encinar del amorreo Mamre (que
posiblemente sean las actuales ruinas cercanas a Ramat el-Khalil).
Por esta época, Sara, estéril, había
ofrecido a Abraham a su sierva Agar, con la que tuvo un hijo, Ismael (el Ismail
de los mahometanos), que es el origen de los ismaelitas, beduinos nómadas. (Ismael, primer hijo de Abraham y de Hagar, su
esclava egipcia, nació cuando Abraham tenía 86 años.)
Poco después, cuando Abram tenía noventa y nueve años - según
las Escrituras (Génesis, 17)-, Dios se le apareció y le dijo:
«Yo soy el Dios todopoderoso. Yo estableceré una
alianza entre tú y Yo y te multiplicaré, y serás padre de multitud de naciones.
Tu nombre ya no será Abram sino Abraham pues padre de multitud de naciones te
he constituido. Te daré a ti y a tu descendencia todo el país de Canaán.
» Por tu parte, tú y tus descendientes tendrán que
cumplir con Dios el siguiente compromiso: todos los varones deberán ser
circuncidados a los ocho días de su nacimiento, pues esa será la señal de la
alianza entre Mí y vosotros.
Dijo
además «De ahora en adelante tu esposa ya no se llamará Sarai; su nombre ha de
ser Sara y la bendeciré e incluso te daré de ella un hijo, y de sus
descendientes se formarán muchas naciones, y algunos de ellos serán reyes.»
Mientras Abram estaba en Mamre los
Elamitas acometieron a los habitantes de la llanura ocupada por Lot y, para
defender a las gentes de Lot, Abram, ayudado por las fuerzas de Mamre y otros
jefes amorritas, luchó y derrotó al elamita Quedorlaomer
en su intento de ocupar las tierras de Canaán.
. En
agradecimiento por la liberación de sus tierras, el rey de Salem, (nombre que se identifica con Jerusalén),
Melquisedec, le bendice y le ofrece a Abram el diezmo de los bienes
recuperados, que éste rechaza.
Tras el castigo divino de Lot (que, desviándose de la destrucción de Sodoma y Gomorra, Abraham llega a la ciudad filistea de Gerar
(cerca de la Gaza actual), cuyo rey
Abimelec firma con él un pacto de no agresión y le ofrece ganado y tierras de
asentamiento, como compensación por su error al pretenderá a Sara, creyéndola
hermana de Abram.
Cuando llegó la época, Abraham envió a su criado Eliezer a Mesopotamia, para encontrar, entre la parentela de aquel, una mujer para su hijo Isaac. Eliezer marchó a realizar el encargo y regresó con Rebeca, hija de Betuel, nieta de Najor, y, en consecuencia, sobrina-nieta de Abraham y sobrina segunda de Isaac. (Muchos comentaristas bíblicos creen que Rebeca era aún una niña cuando se casó con Isaac, mientras que Isaac tenía cuarenta años).
Tras el nacimiento de Isaac, Abraham, obedeciendo
el mandato divino, llevó al niño al Monte Moria (donde luego Salomón construyo el Templo) para ofrecerlo en
sacrificio, pero Yahvé detuvo su mano y le salvó. (Gen. 22:9) ¡La intervención divina
permitió la continuidad de la “historia bíblica” de los judíos!.Se conmemora en el calendario hebreo el 1 de Tishrei (festividad de Rosh Hashaná, el "año nuevo judío")
Sobre este pasaje quiero recoger un dato curioso. También lo reconocen los musulmanes, ya que lo cita el Corán, donde Abraham es también reconocido como uno de sus profetas. La curiosidad estriba en que para el Islam, la escena en que Abraham, atendiendo la petición de Alá, su dios, se dispone a matar a su hijo, hace referencia, no a Isaac -como hace la Biblia cristiana- sino a Ismail, su primogénito, el hijo que tuvo con Hagar, su esclava. (En el calendario musulmán se recuerda este suceso el 10 de Du l-hiyya (festividad de Eid al-Adha, "celebración del sacrificio" o "fiesta del cordero")
Luego, Abraham
ya no volvió a Hebrón donde quedó enterrada Sara, que murió a los 125 años de
edad. Fue enterrada en una cueva cananea comprada por el Patriarca a los
descendientes de Set (la cueva de
Macpela, enfrente de Mamre)
Después de la muerte de Sara, Abraham vivió bastante
tiempo. Tomó otra esposa llamada Ketura y tuvo con ella seis hijos, Zimram,
Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa.
Cuando murió Abraham, a los ciento setenta y cinco años de edad, fue enterrado en Hebrón junto con su mujer, en Macpela,
lugar que la Tradición conoce como ”Tumba
de los Patriarcas”, porque en ella quedó enterrada, con él, gran parte de su familia (Sara, Isaac, Jacob, Rebeca y Lía)
JACOB
Nieto de Abraham, por ser hijo de Isaac y de Rebeca,
Jacob es el personaje más destacado de los primeros tiempos de los judíos.
Jacob probablemente nació unos veinte años
después del matrimonio entre Isaac y Rebeca, cuando su padre tenía 60 años de edad , y su abuelo Abraham, 160 años
Hijo segundogénito de Isaac y de Rebeca, recibió
sin embargo la primogenitura que correspondía a su hermano Esaú, a quien se la
cambió, según la tradición, por un plato de lentejas.
Para huir de
la furia de su hermano por ese cambio, huyó de la casa paterna, en Bersabe (lugar
que ha sido identificado como Khirbet
es-Saba, ruinas situadas en lo que fue la provincia de Galilea y sobre las que,
más tarde, se edificó el pueblo de Kafr’ Inan, que definitivamente ha quedado
entre los terrenos ocupados por Israel, tras la guerra árabe-israelí de 1.948).
Por
recomendación de su madre, de quien era el hijo preferido, se dirigió a Harrán
, lugar de la residencia de Labán, hermano de Rebeca.
Llegado a
cierto lugar que Jacob denominó Bet-El, (la aldea de Beitin, en la actualidad, situada a poco más
de 10 Km. de Jerusalén). Pasó allí la noche, reposando su cabeza sobre una piedra y soñó que
había una escalera que llegaba hasta el cielo, y que por ella subían y bajaban
los ángeles de Elohim. (Una visión que es
comúnmente conocida en las Escrituras como «la escalera de Jacob»). Junto a ella estaba Yahveh que bendecía a él y a su descendencia
ofreciéndoles su protección y la restitución de la tierra prometida.
En el camino
fue despojado de todas sus pertenencias por las tropas enviadas en su
persecución por su hermano Esaú, de modo que cuando llego a Harrán no tenía
nada que ofrecer a su tío, quien, no obstante, le acogió y le dio trabajo como
pastor de sus ganados.
Después de que Jacob hubiera vivido un mes con
sus familiares, Labán le ofreció una paga por la ayuda que le había dado. Jacob
pidió en matrimonio a Raquel, y, como no tenía dote o pertenencias para
ofrecerle a cambio de la mano de Raquel, indicó que le serviría por siete años,
a lo cual Labán accedió.
Así, trabajó para su tío Labán durante siete años, pero éste solo le permitió
casarse con su hija mayor, Lía, prometiendo darle en matrimonio a Raquel, la
hermana pequeña, con el compromiso de seguir trabajando para él otros siete años.
Contra la
voluntad de Labán, huyó Jacob del domicilio llevándose a Raquel que, escondida
entre sus pertenencias, se había llevado la estatuilla de sus manes. Que
inútilmente buscó su padre cuando salió en persecución de los fugados.
A su regreso
de un viaje a Mesopotamia Jacob se encontró con un «ángel» (Elohim-dios) con el
cual tuvo que luchar hasta vencerlo: «Y el varón (Elohim) le dijo: “¿Cuál es tu
nombre?”. Y él respondió: “Jacob”. Entonces el varón dijo: “No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y
con los hombres, y has vencido» y cambió su nombre por el de
Israel
Durante la unión con sus esposas tuvo Doce hijos, bien directamente con
ellas o con sus esclavas. Estos hijos
cuentan como los cabezas de las doce tribus de Israel, nombre por el que fue
conocido Jacob por designio de Yahvé.
Fueron
los siguientes:
**Hijos de Lía > Rubén (1º), Simeón (2º),
Leví (3º), Judá (4º), Isacar (9º) y Zabulón
(10º). También con ella tuvo la única hija que cita la Biblia >Dina.(Ésta
mantuvo relaciones ilícitas con el cananeo Siquem, hijo de Jamor) quienes, a
causa de las mismas, fue muerto por Simeón y Leví).
--
Hijos con Bilá, esclava de Raquel
> Dan (5º) y Neftalí (6º)
--Hijos de Zilpa, esclava
de Lía > Gad (7º), y Aser (8º)
**Hijos de Raquel > José (11º) y Benoni, a quién su padre cambió el nombre por el
de Benjamín (12º).
Todos los
hijos nacieron en Padam Aram, (lugar donde vivió Jacob durante veinte años con
su familia) excepto Benjamín que nació seis años después del nacimiento de José
en el camino de Éfrata, (localidad situada
entre las ciudades de Belén y Hebrón, al sur de Jerusalem., en la actualidad)
donde sus padres se dirigían por inspiración divina, siendo su nacimiento causa
de la muerte de Raquel, su madre, la cual quedó enterrada allí.
Jacob, rodeado de sus hijos, expiró
a la edad de 147 años. (Habían pasado 51 años de la muerte de Raquel.)
A mediados del S. XVI a. C. encontramos a los Israelitas
viviendo en tierras de Egipto. Eran los descendientes de Israel, los cuales,
con sus familias, había llegado a aquel país llamados por José, el primero de
los hijos de Raquel y Jacob.
Había sucedido algo sorprendente:
Celosos los
hermanos de José del trato preferente que, a su juicio, recibía éste de su
madre, decidieron deshacerse de él y lo vendieron a unos mercaderes, diciendo a
sus padres que posiblemente lo había comido una fiera. Los padres de José
asumieron la desgracia y la familia siguió habitando los infértiles terrenos
donde a duras penas podían alimentar a sus rebaños.
Los mercaderes, egipcios, llevaron a José con ellos
a su País, donde lo vendieron a Putifar, intendente real, cuya mujer, por
despecho, logró que lo encarcelasen. Por una serie de circunstancias que relata
la tradición judía, captó la atención del faraón que le designó para ejercer
altos cargos administrativos. En esa situación hizo la casualidad que
reconociera a sus hermanos que, huyendo de la hambruna, habían llegado a
Egipto. José los perdonó y mandó traer a su padre a quien instaló, con su
familia, en el país de Gosén.
Cuatrocientos años
estuvieron viviendo los judíos en Egipto, esencialmente empleados en la
explotación de las canteras de aquella parte del país o, en caso de las
mujeres, en los telares del faraón
MOISÉS
En alguna época que los historiadores tratan de
fijar en los finales del reinado del faraón Seti I, o quizás, en el de su hijo
Ramsés II, (de la XIX dinastía) aparece en la Historia un personaje de origen
judío, Moisés, hijo de los israelitas Amram y Yocabed. Escondido por la madre
para ocultarlo de las pesquisas del Faraón que había ordenado la muerte de
todos los infantes israelitas, fue descubierto por la princesa Nefertari, que
lo adoptó y crió en la corte como miembro de la casa real.
Para evitar el castigo del faraón por haber matado
a un capataz de sus canteras en defensa de un israelita, se puso al frente de
la colonia judíos que trabajaban, en régimen de servidumbre cercana a la
esclavitud, en los territorios de Gosén y consiguió la salida de Egipto de sus
correligionarios a través del mar Rojo. Se asentó con ellos en el país de
Madiam y allí se casó con Séfora, hija del sacerdote Jetró, (descendiente de Abrahán
y de su última esposa, Ketura) cuyos rebaños había estado pastoreando.
Allí, en el
monte del Sinaí recibió Moisés de Yahvé las “Doce Tablas”, que contenían el
mandato divino para sellar la alianza entre el Dios único y el Pueblo judío.
Fortalecidos por el nuevo espíritu, los hebreos, cargando con el Arca de la
Alianza que contenía las Tablas de la Ley, continuaron su éxodo hacía la Tierra
Prometida y se establecieron en Transjordania, después de bordear el país de
Edom y de Moab, aguardando el momento idóneo para ocupar la nueva tierra.
Durante el trayecto, Moisés estableció, como jefe
político, un sistema de organización y gobierno de su pueblo, de régimen
liberal, basado en una Asamblea soberana, constituida por el conjunto de las
doce tribus, las cuales elegían su Jefe de Tribu, cuyos poderes estaban
limitados por el Consejo de Ancianos. Junto a esos poderes legales, instituyó
un poder judicial, formado por jueces nombrados por él (jefes del pueblo, de
los millares, de las centenas,..) que tenían por misión no solo administrar
justicia sino hacer ejecutar la decisiones religiosas Al lado de esos poderes
legales se desarrolló u poder oculto, el de los escribas que gozaban de
considerable prestigio, dado la el hecho del carácter iletrado de la
población..
Antes de morir ”Moisés subió al monte Nebo ,,donde sabía que no podía entrar
y desde allí su mirada acarició Jericó a sus pies, engastada entre las
palmeras, y más lejos, Galaad hasta Dan, y todo Neftalí y la tierra de Efraín y
Manasés; y todo la tierra de Judá hasta el mar de atrás y el
Néguev..(Deuteronomio XXIV, 1-3. Moisés conservó esta última visión hasta su muerte,
dejando el poder a Josué, que franqueó el Jordán.”
Madrid
mayo de 2019
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