El Rincón.-SENEGAL
SENEGAL
Nos vinimos de Madrid
para ver en Senegal
lo que se pudiera ver
sin un esfuerzo especial,
y lo que quiero saber
debido a mi larga edad
Y al llegar al hotel Riú
donde me voy a hospedar
me encontré con la sorpresa
que no pude ni soñar:
De formar parte de un grupo
que con amabilidad
nos acogió sin reproches
y lo mismo que a uno más.
Junto con ellos, el guía:
Un negrito proverbial
dulce, listo y musulmán,
que se llamaba Aliou
y nos llevó al autocar,
(que allí le dicen el bus),
donde ya estaba esperando
con dulce tranquilidad,
con sonrisa y entereza.
el chófer del autobús.
Por Bulgari se presenta,
es también negro y formal.
Ostentando la sonrisa
propia de su juventud
nos recibió con llaneza
y con atento glamur.
Procedía de otra etnia
como parecía evidente
mas, con la misma aptitud
para tratar con la gente
y velar por su salud
Una vez que llegó Carlos,
que tenía como misión
el cuidar de los detalles
y vigilar la excursión
para velar por nosotros
y darnos su bendición,
dió comienzo nuestro viaje
Y la fiesta comenzó.
En DAKAR, que vimos toda,
destaco, por mi impresión,
la escultura esplendorosa
por “del África la Unión”
Y vimos la Catedral
de imponente condición,
Do, por desgracia fatal.
una del Grupo cayó
y de tal forma quedó
que acabó en el hospital
Y la preciosa Mezquita
que, con gran desilusión,
tan solo vimos por fuera
porque tiempo nos faltó.
(Y, por cierto, fue una pena
porque lucía tan bonita
que llamaba la atención)
Y fuera de la ciudad,
visitamos otros pueblos,
O poblados del lugar
en que las diversas etnias
tienen su vida y solaz.
Y otro día vimos la isla
llamada “de Los Esclavos”
donde encerraban a negros
que vendían a cristianos
en la América lejana
para servir como esclavos
Y vimos horrorizados
los cuchitriles que usaban
y los castigos que daban:
Cadenas en pies y manos.
Y en la Isla de Las Conchas.
con una enorme extrañeza,
recorrimos sus veredas
pisando las conchas viejas
Y vimos el Cementerio
donde duermen por iguales
cristianos y musulmanes
con los mismos ideales
Mas, en un caso y en otro,
Al muerto se trata igual:
Siempre se cubren las tumbas
Con muchas conchas de mar. -
Un safari pequeñito
tienen en el Senegal
que, aunque chico, es muy bonito:
tienen muchos Baobab.
Y, entre su verde follaje,
siempre habrá algún animal
del que ignores hasta el nombre
con que lo puedas llamar
Y al Delta nos desplazamos
en una excursión naval
“do" todos nos relajamos
y nos pudimos bañar
De modo que, estando sólo
en el Delta de Salum,
es cual si hubiéramos ido
a las Playas de Cancúm
Y 0tro día fuimos a ver
su enorme puerto de mar
donde se coge el pescado
que se lleva a la ciudad.
Una algarabía en sus gentes.
Por su extensión, colosal.
Pescados, hasta en el suelo
Y por doquier suciedad.
--
Y nos volvemos al Pueblo
Para poder disfrutar
con los chavales mayores
que podamos encontrar,
En las calles y corrales
de los pueblos del lugar
se ven jugando a los niños.
o aprendiendo a trabajar,
conduciendo carros, llenos
de chatarra sin nombrar,
arrastrados por burritos
de un metro de alto, no más
Y, como infantes, recojo,
porque quede en la Memoria,
además de aquella niña
que nos mira sin enojo
a la niña que es el ojo
del capitán de esta historia
Y no quisiera olvidar
a los infantes chiquitos
Que dependen de mamá
O crecieron un poquito
Y ya caminan detrás
..-
Y pasando por la calle,
Despacio y de buen talante,
Altas, guapas y buen talle
mujeres muy elegantes
atractivas como flores,
y formas firmes y costantes
adornadas con amores
Son mujeres imponentes
vestidas con mil colores,
Y con cabezas orladas
con tocados diferentes
Que forman bellas coronas
De colores eminentes
Y otras, que pasan airosas,
transportando en sus cabezas
por las calles del lugar,
cestas con cientos de cosas
con proverbial entereza
y de forma natural
Y moviéndose entre cajas,
sacos y contenedores,
sin adornos, sin alhajas,
y sin mostrar sus primores
muchachones elegantes
atractivos, tenedores
de un metro ochenta “p´alante”
y con planta de señores.
..
Y otras veces, un carrito
con un tablero, no más,
(tirado por un burrito
de un metro veinte, quizá),
transporta todos los trastos
que puedas imaginar.
Y siempre, por todas partes
tenderetes, cachivaches.
gentes que venden. pacientes
los productos de sus artes.
--
Y por fin llegó el Domingo
y a la Iglesia Mayor fuimos.
Y cuando empezó la misa
a la gente nos unimos
esperando sin gran prisa
a que llegarán los himnos
Y de pronto, una Muralla
de mocetones morenos
se levantó ante nosotros
en tres filas por lo menos,
cantando sus oraciones
con un ritmo tan ameno
que cubrió el cansancio sordo
que nos estaba cubriendo.
Y cuando acabó la misa,
con sinigual sentimiento
nos volvimos al hotel,
pues que ya llegó el momento
en que debíamos volver
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¿Qué fue de mis compañeros?
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Poco os puedo contar.
A todos debo, sincero,
por su gran cordialidad,
mi afecto noble y entero
y, a quien quiera, mi amistad.
Me voy sin saber sus nombres.
Y saberlos-¿para qué,
si me digan lo que digan
no les podré responder
a causa de mi sordera
que me hace entontecer?
Pero sabed que he tenido
el entusiasmo y placer
de saberme recibido
como nunca olvidaré
Dakar 8.10. 2023
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