El Rincón.-SENEGAL

SENEGAL Nos vinimos de Madrid para ver en Senegal lo que se pudiera ver sin un esfuerzo especial, y lo que quiero saber debido a mi larga edad Y al llegar al hotel Riú donde me voy a hospedar
me encontré con la sorpresa que no pude ni soñar: De formar parte de un grupo que con amabilidad nos acogió sin reproches y lo mismo que a uno más. Junto con ellos, el guía: Un negrito proverbial
dulce, listo y musulmán, que se llamaba Aliou y nos llevó al autocar, (que allí le dicen el bus), donde ya estaba esperando con dulce tranquilidad, con sonrisa y entereza. el chófer del autobús. Por Bulgari se presenta, es también negro y formal. Ostentando la sonrisa propia de su juventud nos recibió con llaneza y con atento glamur. Procedía de otra etnia como parecía evidente mas, con la misma aptitud para tratar con la gente y velar por su salud Una vez que llegó Carlos,
que tenía como misión el cuidar de los detalles y vigilar la excursión para velar por nosotros y darnos su bendición, dió comienzo nuestro viaje Y la fiesta comenzó. En DAKAR, que vimos toda, destaco, por mi impresión, la escultura esplendorosa por “del África la Unión”
Y vimos la Catedral de imponente condición, Do, por desgracia fatal. una del Grupo cayó y de tal forma quedó que acabó en el hospital Y la preciosa Mezquita que, con gran desilusión, tan solo vimos por fuera porque tiempo nos faltó.
(Y, por cierto, fue una pena porque lucía tan bonita que llamaba la atención) Y fuera de la ciudad, visitamos otros pueblos,
O poblados del lugar en que las diversas etnias tienen su vida y solaz. Y otro día vimos la isla llamada “de Los Esclavos” donde encerraban a negros que vendían a cristianos en la América lejana para servir como esclavos Y vimos horrorizados los cuchitriles que usaban y los castigos que daban: Cadenas en pies y manos.
Y en la Isla de Las Conchas. con una enorme extrañeza, recorrimos sus veredas pisando las conchas viejas Y vimos el Cementerio donde duermen por iguales cristianos y musulmanes con los mismos ideales Mas, en un caso y en otro, Al muerto se trata igual:
Siempre se cubren las tumbas Con muchas conchas de mar. - Un safari pequeñito tienen en el Senegal que, aunque chico, es muy bonito: tienen muchos Baobab.
Y, entre su verde follaje, siempre habrá algún animal
del que ignores hasta el nombre con que lo puedas llamar Y al Delta nos desplazamos
en una excursión naval “do" todos nos relajamos y nos pudimos bañar De modo que, estando sólo en el Delta de Salum, es cual si hubiéramos ido a las Playas de Cancúm Y 0tro día fuimos a ver su enorme puerto de mar
donde se coge el pescado que se lleva a la ciudad.
Una algarabía en sus gentes.
Por su extensión, colosal.
Pescados, hasta en el suelo
Y por doquier suciedad. -- Y nos volvemos al Pueblo Para poder disfrutar con los chavales mayores que podamos encontrar,
En las calles y corrales de los pueblos del lugar se ven jugando a los niños. o aprendiendo a trabajar, conduciendo carros, llenos de chatarra sin nombrar, arrastrados por burritos de un metro de alto, no más Y, como infantes, recojo, porque quede en la Memoria,
además de aquella niña que nos mira sin enojo
a la niña que es el ojo del capitán de esta historia Y no quisiera olvidar a los infantes chiquitos Que dependen de mamá
O crecieron un poquito Y ya caminan detrás
..- Y pasando por la calle, Despacio y de buen talante, Altas, guapas y buen talle mujeres muy elegantes atractivas como flores, y formas firmes y costantes adornadas con amores Son mujeres imponentes vestidas con mil colores,
Y con cabezas orladas con tocados diferentes
Que forman bellas coronas De colores eminentes Y otras, que pasan airosas, transportando en sus cabezas
por las calles del lugar, cestas con cientos de cosas
con proverbial entereza y de forma natural Y moviéndose entre cajas, sacos y contenedores, sin adornos, sin alhajas, y sin mostrar sus primores
muchachones elegantes atractivos, tenedores de un metro ochenta “p´alante” y con planta de señores. .. Y otras veces, un carrito con un tablero, no más, (tirado por un burrito
de un metro veinte, quizá), transporta todos los trastos que puedas imaginar. Y siempre, por todas partes tenderetes, cachivaches.
gentes que venden. pacientes los productos de sus artes.
-- Y por fin llegó el Domingo y a la Iglesia Mayor fuimos.
Y cuando empezó la misa a la gente nos unimos esperando sin gran prisa a que llegarán los himnos
Y de pronto, una Muralla de mocetones morenos se levantó ante nosotros en tres filas por lo menos, cantando sus oraciones con un ritmo tan ameno que cubrió el cansancio sordo que nos estaba cubriendo.
Y cuando acabó la misa, con sinigual sentimiento nos volvimos al hotel, pues que ya llegó el momento en que debíamos volver
------ ------- ------- ¿Qué fue de mis compañeros?
- Poco os puedo contar. A todos debo, sincero, por su gran cordialidad, mi afecto noble y entero y, a quien quiera, mi amistad. Me voy sin saber sus nombres. Y saberlos-¿para qué, si me digan lo que digan no les podré responder a causa de mi sordera que me hace entontecer? Pero sabed que he tenido el entusiasmo y placer de saberme recibido como nunca olvidaré
Dakar 8.10. 2023

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