MEDIO SIGLO DE OLVIDO Y MUTUA IGNORANCIA (Reproducción -tras casi un cuarto de siglo- de un acontecimiento feliz) Hoy me llega una noticia que añade tristeza a la habitual sensación de nostalgía que, desde hace muchos años, azota el sosiego con que pretendo vivir. Ha muerto –me dice Carlota, su esposa- mi compañero de Colegio Antonio Izquierdo, que fue el más admirado de los alumnos con los que compartí los años colegiales, el que, con Pepe Prieto, más matemáticas sabía de todo el curso, el único que quedaba habitante de Madrid, tras el fallecimiento de Manolo Sánchez Ayala que le precedió solo unos meses de este año en ese destino. Año triste. Día aciago, que señalaba ya la definitiva marcha del autor de mis días mace muchos, pero menos, años. La añoranza producida por el recuerdo de esos nombres, me hizo volver la mirada hacia el cuadro que ocupa, frente al ordenador, la pared princi...