Pinceladas.-LA FOSA DE LAS MARIANAS
La FOSA DE LAS MARIANAS
Hace 20 días publicó la prensa española que los Chinos habían llevado a cabo una inmersión en la Fosa de Las Marianas. Han llegado a pocos metros del final, aunque no han conseguido batir el récord..
¿Qué es una Fosa Oceánica?
Para conseguir una apreciación más acertada de la importancia de este fenómeno natural es conveniente tener en cuenta algunas precisiones sobre la formación geológica de nuestro Planeta.
Hay que recordar que La Tierra es un conjunto variado de elementos que
los científicos agrupan en varias capas que esencialmente son Núcleo, Manto y
Corteza, cuya constitución, volumen y densidad o espesor son diferentes:
Es en ésta última en la que se encuentra La
Fosa que va a ocupar mi atención. Comenzaré por ella mi referencia
La corteza
terrestre es la zona más externa de la estructura concéntrica de
la esfera terrestre, la parte sólida de la Tierra. Es comparativamente delgada, con un espesor que
varía de 5 km, en el fondo oceánico, hasta 70 km en las zonas montañosas
activas de los continentes.
Para darnos una más exacta idea hago
referencia a las otras zonas:
El núcleo
terrestre es la parte más profunda
de la Tierra. Se pueden distinguir en ella dos partes: una, la más profunda, de
material de materia gaseosa en constante fusión y otra que la recubre formada
por materiales variados, entre los que sobresalen en níquel y el hierro (que
propiciaron su antigua designación como el NiFe). Tiene un radio de
cerca de 3500 km y representa el 32 % de la masa total de
la Tierra. La presión en su interior es millones de veces la presión en la
superficie y la temperatura puede superar los 6700 °C.
De
otra parte, conviene hacer referencia a una zona que se denomina comúnmente
litosfera. La litosfera es la
capa superficial sólida de la Tierra,
caracterizada por su rigidez. Está formada por la corteza y
la zona más externa del manto,
y mantiene un equilibrio isostático sobre la astenosfera,
una capa «plástica» que forma parte del manto superior. La litosfera tiene un
grosor medio de 100 km de espesor bajo los océanos y
alrededor de entre 150 y 250 kilómetros bajo los continentes
El límite inferior es la astenosfera.
La
litosfera está fragmentada en una serie de placas tectónicas .que son ingentes masas
sólidas que a causa de los movimientos de convección del manto de la Tierra, se
mueven desplazándose lentamente y produciendo ocasionalmente entre sí
colisiones de forma tal que las placas están continuamente creándose o
consumiéndose por la fricción de sus bordes, en los que se concentran los
fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo, la sismicidad o
la orogénesis.
Y
éste es el momento de hacer referencia a los movimientos de convección
La convección del manto es el movimiento lento y deslizante del manto de silicato
sólido de la Tierra causado por
las corrientes de convección que
transportan el calor desde el interior a la superficie del planeta.
Origina esas corrientes el intenso calor que existe
en el núcleo terrestre; ese calor se transmite al manto en donde va ascendiendo
hasta llegar a la corteza calentando las placas que la forman, donde se enfría,
para caer luego hacia el fondo del planeta. La convección del manto hace que
las placas tectónicas se muevan
alrededor de la superficie de la Tierra.. En los bordes de consumo de la placa,
el material se ha contraído térmicamente hasta volverse denso, y se hunde bajo
su propio peso en el proceso de subducción, generalmente en
una fosa oceánica.
En definitiva, una fosa oceánica es un hundimiento
existente en la corteza terrestre entre dos placas tectónicas. Las fosas
marinas se forman en las zonas de subducción, lugares de
la corteza terrestre donde
dos placas litosféricas convergen,
colisionan, y una de ellas (la de mayor densidad) se introduce (subduce) bajo
la otra. Como resultado produce una gran depresión en el suelo submarino: una
FOSA OCEÁNICA.
Situación geográfica
de la Fosa de Las Marianas.
El mayor océano de nuestro planeta es el océano
Pacífico que se extiende desde las costas occidentales de los continentes
euroasiático y africano hasta, por su parte norte, Japón y Filipinas y
llegando, por el sur, a las islas de Nueva Guinea y Tasmania y la costa
oriental de Australia.
En su interior se incluyen diversos espacios con
propia personalidad que dan lugar a mares como los de China, Célebes,
Filipinas, etc.. Concretamente éste último es el que interesa a nuestro estudio
pues en su parte oriental está el archipiélago de las Marianas, al sur del cual
, aproximadamente a unos 200 km. al SO de la isla Guam se encuentra la Fosa de las
Marianas, que se conoce también como la Fosa de Filipinas.
Su profundidad media es de 4.280 m; la máxima, se estima según la más reciente medición, en 11.034 m. La importancia de esta cifra resalta de manera más evidente si se tiene en cuenta que la más alta cuota de la superficie terrestre es la del monte Everest, fijada en 8.848 m.
Se reconocen en nuestro planeta un par de docenas
de Placas diferentes, siendo una de las más importantes, entre otras razones,
por su extensión la Placa del Pacífico, Junto a ésta, por su parte oriental,
existe otra placa no tan importante por su extensión, pero importantísima a
nuestros efectos, que es la Placa de Filipinas.
La relación entre estas dos placas podría resumirse así:
Al chocar las dos Placas, se produce una fricción entre ambas cuyo resultado final es la subducción del borde occidental de la Placa del Pacífico bajo la placa de Filipinas, a causa de la mayor densidad de la masa de aquella con respecto a la de ésta.
El empuje producido por la subducción de la Placa
del Pacífico origina una presión y un decidido incremento de temperatura sobre
los bordes de la cadena de las Filipinas. Las temperaturas y la presión (que
aumentan con la profundidad) generan la volatilización de
parte de los componentes de la placa en subducción provocando la fusión de su manto y
generan un magma de baja densidad que asciende desde la litosfera a
través de la corteza terrestre a la superficie.
La resultante es la creación de una cadena de volcanes que emerge desde el fondo marino constituyendo islas volcánicas que forman un arco paralelo al límite de la placa presionada que constituye la esencia del archipiélago de Las Marianas
A la vez, en el fondo, la subducción de la placa
del Pacífico origina una depresión del fondo marino, la Fosa de las Marianas, que conforma la máxima profundidad medida
de la Tierra, la cual suele fijarse en 11.034 metros, aunque aún no se ha
conseguido legar al fondo en los diversos intentos realizados.
A pesar de
lo que pudiera deducirse de lo dicho, la Fosa de Las Marianas no es la zona
del lecho marino más cercano al
centro de la Tierra. Esto se debe a que nuestro planeta no es una esfera perfecta, pues
su radio es unos 25 km
menor en los polos que en
el ecuador.5 Como resultado, algunas partes del lecho marino
del océano Ártico están por lo
menos 13 km más cerca del centro de la Tierra que el abismo de Challenger
(Nombre que se da a la profundidad de la Fosa de Las Marianas).
Vida en la Fosa de Las Marianas
Antes de entrar en este apartado es conveniente
recordar algunas de las peculiaridades que se dan en las zonas más profundas de
los océanos.
Como tales suelen considerarse las zonas abisales (los fondos del abismo), que son las aguas
que se encuentran entre 4.000 y 6.000 m. de profundidad; pero aún debajo de
ellas los científicos distinguen zonas a nivel inferior, “las zonas hadales” (“zonas del infierno”, que se supone eran
los dominios del dios griego Hades); éstas son precisamente las zonas que
ocupan las fosas oceánicas.
En estas zonas, la luz de origen solar no
existe en absoluto. Ya desapareció a partir de los 500 metros, después de haber
ido menguando gradualmente desde la superficie.
También el oxígeno decrece con la
profundidad y, aunque en las zonas intermedias se encuentra disuelto en el agua
en suficiente cantidad para permitir la vida animal, en ciertas fosas abisales
puede desaparecer por completo y originar regiones abióticas en las que únicamente
es posible la existencia de bacterias anaerobias.
Del mismo modo, la
temperatura también alcanza en esos fondos valores mínimos: nunca supera
los 4°C, y en las zonas más profundas se acerca a los cero grados.
Finalmente, la presión aumenta enormemente, al descender en la masa de agua: por cada 10 metros de profundidad se incrementa en una atmósfera, lo que supone valores cercanos a las 1.100 atmósferas en los enclaves más profundos. La presión a 10000 metros bajo el nivel del mar es tan intensa que, en opinión de Kein Hardy, ingeniero oceánico de Scripps, los huesos humanos serían "aplastados para disolverlos".
No hay aquí, desde luego, vida
vegetal porque los vegetales son organismos autótrofos (elaboradores de
materia orgánica a partir de la energía lumínica) y precisan de la luz solar
para vivir (fotosíntesis). Por ese motivo, la síntesis de materia orgánica es
mínima, y la que se produce lo es por intervención de las bacterias a través de
la quimio-síntesis.
Sin embargo, en este contexto
extraño sí se ha detectado vida animal:
Animales extraños con características y adaptaciones especiales que son vitales
para la supervivencia de estos animales tales como bocas de gran tamaño,
dientes grandes y filosos, estómagos extensibles, sensibilidad a campos
electromagnéticos de otros animales y, en algunos casos, gigantismo.
En
este contexto, la bioluminiscencia * juega un papel
relevante ya que por medio de este fenómeno las especies atraen a sus presas y
también sirve para ver en la oscuridad.
* La
bioluminiscencia, o proceso biológico de producción de la luz natural, es una
propiedad muy común en la oscuridad de los abismos. Los seres luminosos emiten
destellos que rasgan constantemente la obscuridad de las profundidades donde
nunca llega la luz del Sol. Se trata de una energía lumínica sin pérdida de
calorías, emitida en unos órganos llamados fotóforos en los que, generalmente,
se realiza un proceso químico, mediante una enzima, la luciferasa, que
reacciona con la luciferina con desprendimiento de luz. No obstante, en otras
ocasiones, la luz se produce por bacterias simbiontes de distintas especies,
que viven en el interior de los órganos luminosos.
De manera concreta, recojo
(principalmente de Wikipedia) la siguiente información:
En su descenso de 1960, la tripulación
del Trieste notó que el suelo estaba formado
por exudado de diatomeas e informó haber observado "algún tipo de
pez plano" en el fondo del mar: “un tipo de pez plano ,
parecido a un lenguado , de aproximadamente 30 cm de
largo y 15 cm de ancho”, según la propia descripción que obra en el informe.
Por otro lado, científicos de la Institución de Oceanografía Scripps han
encontrado amebas gigantes a 10.900 m. por debajo de la superficie del
océano, en la Fosa de las Marianas; se trata de xenofióforos, un grupo de
protistas unicelulares gigantes presentes en gran número en los fondos abisales
a gran profundidad; a menudo superan los 10 centímetros de ancho, lo que
significa que el organismo unicelular puede ser tan grande como una mano
humana. Son una especie de foraminífero que extrae minerales de su entorno y
los usa para formar un exoesqueleto. Las primeras imágenes de los xenofióforos
fueron recolectadas por investigadores de Scripps que viajaron a la Fosa de las
Marianas del Océano Pacífico.
Termino recogiendo la información encontrada
en Wikipedia sobre El informe resumido de la expedición del HMS Challenger
La cámara de video a bordo de
la sonda Kaiko detectó un pepino de mar, un gusano de
escamas y un camarón en la parte inferior. En el fondo de
la profundidad del Challenger, la sonda Nereus detectó
un gusano poliqueto (un depredador de múltiples patas) de
aproximadamente una pulgada de largo.
Un análisis de las muestras de sedimentos recolectadas
por Kaiko encontró una gran cantidad de organismos simples a 10,900 m
(35,800 pies). Si bien se sabe que existen formas de vida similares en
fosas oceánicas menos profundas (> 7.000 m) y en la llanura abisal , las formas de vida descubiertas en el
Challenger Deep posiblemente representan taxones distintos de los de los ecosistemas menos
profundos.
La mayoría de los organismos recolectados eran foraminíferos simples de caparazón blando (432 especies según National
Geographic ), y cuatro de los otros representaban especies de los géneros
complejos de múltiples cámaras Leptohalysis y Reophax . El
ochenta y cinco por ciento de los especímenes eran allogromiidos orgánicos de caparazón blando , lo cual es inusual en comparación con las muestras de organismos que habitan en
sedimentos de otros ambientes de aguas profundas, donde el porcentaje
de foraminíferos de paredes
orgánicas varía entre el 5% y el 20%.
Las exploraciones en las profundidades del mar,
casi inexistentes hasta el siglo XIX, avanzaron considerablemente en los años siguientes gracias al
desarrollo de la tecnología.
A comienzos de la década de 1950, con la ayuda de
la fundación Allan Hancock y la Universidad de California se construyó un moderno submarino dotado de
luz estroboscópica y una cámara. El equipo finalmente terminó en las
profundidades marinas al quedar atascado en medio de unas rocas
Para
mediados de los años 1960 y 1970 la Armada de los Estados Unidos empezó a
utilizar con mayor frecuencia los vehículos operados a distancia, también
conocidos por el nombre de ROV
Sumergible, Más de una década después de su introducción, los ROV
se hicieron imprescindibles y casi que determinantes para las investigaciones
en las profundidades.
A partir de
entonces, las más importantes inmersiones realizadas en la Fosa de las Marianas
para fijar su profundidad han sido
. la medición realizada por Jacques Piccard que el
23 de enero de 1960 descendió hasta 10.911 metros a bordo del submarino Trieste,
capitaneado por el norteamericano Don Walch.
. en el año 2012, el director de cine James
Cameron repitió la proeza con el submarino HMS Challenger, llegando hasta
los 10.908 metros de profundidad,
. En junio de 2019 el empresario Víctor Vescovo
descendió hasta los 10925 metros a bordo de un sumergible DSSV, logrando
así el récord de la inmersión más profunda realizada por un ser
humano.
. Durante el año siguiente, se realizaron hasta
cinco inmersiones más por el equipo de Víctor Vescovo, que no consiguieron
superar la marca alcanzada por éste.
. Muy recientemente,
el día 10 del pasado mes de noviembre, publicaba la prensa que China había
batido su propio récord de inmersión gracias a la expedición, no tripulada, de su
nuevo sumergible «Fendouzhe» (también conocido como «Striver»), después
de descender 10.028 metros en la fosa de las Marianas. El hecho
había tenido lugar el día 8 de mayo de 2020
Digresión histórica sobre las tierras circundantes .
Fernando Magallanes, portugués, nacionalizado como castellano, actuando como capitán general de la «Armada para el descubrimiento de la especería» al servicio de Carlos I, inició en 1519 una expedición a lo que entonces se llamaba Los Mares del Sur, es decir al actual océano pacífico, con el fin encontrar un camino para, sin atravesar los espacios asignados a Portugal por el Tratado de Tordesillas, llegar a la Tierra de las Especias, en las Islas Molucas, tierras que, tras el descubrimiento de América, quedaron asignadas a España.
Tras atravesar el que se llama actualmente, en su
honor, el estrecho de Magallanes, llego a
la que llamó Islas de los Ladrones el 6 de marzo de 1.531; siguiendo luego viaje hacia las Islas Filipinas, donde al mes siguiente encontró su muerte.
Islas de los Ladrones.
Ése es el nombre que el descubridor dio al archipiélago que hoy, en honor a Dª Mariana
de Austria, esposa del rey español Felipe IV, se llamó de Las Marianas, y de
las que forma parte la isla de Guajam, (nombre español de la Guam actual), que es el territorio más próximo a la Fosa de Las Marianas.
Las Islas Marianas conforman la
parte meridional de una cordillera sumergida que se extiende a lo largo de 2.519
kilómetros desde Guam hasta muy cerca de Japón. Las Marianas son
las islas más septentrionales de Micronesia. Se sitúan al este de
Filipinas y al sur de Japón. Geológicamente constituyen la parte emergida y
visible del borde oriental de la placa de Filipinas, en contacto intermitente
con la placa del Pacífico
La
mayor isla de Las Marianas, y la más próxima a la Fosa es la isla de Guam. Esta
isla hoy pertenece a los Estados Unidos, pero fue española hasta 1.898, tras el
episodio que en España se conoce como la Guerra de Cuba, en la que USA derrotó
a las tropas españolas. Puso fin a esta guerra el Tratado de París de 1898. De
acuerdo con su contenido se declaró la independencia de Cuba y Puerto Rico,
mientras Estados Unidos recibió los territorios –hasta entonces también españoles-
de las Islas Filipinas (por los que pagó
un precio de 20 millones de dólares) y la isla Guam, la más meridional e importante
de las Islas Marianas.
Me permito cerrar
este apartado con una triste adenda histórica:
El resto de las
Marianas, junto con las restantes posesiones españolas en el Pacífico (Islas
Palaos y Carolinas) fueron vendidas el año siguiente por el gobierno español a
los alemanes por el precio de 25 millones de pesetas.
Y con eso terminó el Imperio español de Ultramar.
Quedaron solo las
posesiones españolas de África que se mantuvieron un siglo más, terminando en
el 1.969 con el abandono por parte del gobierno español de los territorios de
Ifni y del Sahara Español
Fin del Imperio.
España quedó reducida a la "Piel de toro" (en parte), con las banderillas de sus enclaves africanos y la corona de las maravillosas Islas Afortunadas, por un lado, y, por oriente, en el Mediterráneo, las turísticas Baleares
Madrid, 1 de
diciembre de 2020
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